El emotivo viaje de Ismael Beiro para apoyar a Iván Armesto ('GH 1') en un mal momento

Los dos exconcursantes de la primera edición de 'Gran Hermano' se reencuentran tras el fallecimiento de la madre de Iván

Ismael Beiro e Iván Armesto Twitter

A.R.

Han pasado 22 años desde que Ismael Beiro e Iván Armesto se convirtiesen en dos de los primeros concursantes de 'Gran Hermano 1'. Un concurso que hizo ganador al gaditano cuyo premio cuantitativo recibió en forma de maletín. Pero en aquella primera edición del reality también hubo otros premios. La amistad que la casa de Guadalix de la Sierra forjó y que después de tantos años sigue latiendo. Entre ellas, la de los dos ex concursantes que este miércoles volvieron a verse.

El motivo de ese reencuentro ha sido algo agridulce pues Ismael Beiro ha querido ir a ver a su amigo Iván Armentos en cuanto se ha enterado de la muerte de la madre de éste. Armentos, agradecido por el gesto de sus amigo de ha colgado en su cuenta de Twitter una bonita fotografía de ambos.

«Que uno de tus amigos se entere de que falleció tu madre y se haga 500 kilómetros hasta Gijón , cuando mañana tiene que estar en Navarra, solo para darte un abrazo, no solo se agradece, se comparte«, escribía este miércoles el asturiano.

El ganador de 'Gran Hermano 1' ha querido compartir también a través de su redes sociales unas palabras para su amigo : «Mi hermano Iván. Mi verdadero Gran Hermano. Muy orgulloso de tu madre, de darme un amigo como tú. Un abrazo fuerte. Siempre en mi corazón», añadía el gaditano recordando esa amistad que nació hace más de veinte años, de la que España fue testigo y que ahora vuelve a unir a los dos excursantes en un duro momento.  

La carta de despedida de Iván Armesto a su madre

La madre del exconcursante de Gran Hermano 1 Iván Armesto fallecía recientemente y él ha querido dedicarle unas palabras a través de su cuenta de Facebook.

«Gracias por darnos la vida, gracias por darnos la mano cuando la necesitábamos, por acompañarnos en el camino cuando fue duro y cuando iba como la seda, por las risas, por las frases de madre«, comenzaba diciendo el asturiano. «Gracias por sonreír tanto, por hacerte querer, por reñirme cuando lo necesitaba y cuando no, por ponerte siempre de parte del más débil«, añadía.

«Gracias por enseñarnos a ver siempre el vaso medio lleno, a disfrutar de la vida y a poder volar libres cuando nos tocó», le decía a su madre. Daba las gracias también «por tus albóndigas y las risas que nos echábamos cuando le escribía a mi hermano que eran solo para mí«.

«Adiós, Mamá, siempre preferiré celebrar tu vida que llorar tu muerte», añadía como punto final.

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