8 estrellas de Hollywood y sus problemas con la bebida

Actores como Humphrey Bogart o Spencer Tracy y actrices como Veronica Lake o Natalie Wood pagaron caro 'darle a la botella'

Mítica imagen de Humphrey Bogart en 'Casablanca'.

José Juan López

8 estrellas de Hollywood y sus problemas con la bebida

1

Natalie Wood y Dennis Hopper.

Natalie Wood

Según escribe Mark Bailey en su libro sobre borracheras de estrellas de cine, Natalie Wood era “una niña salvaje que ya bebía vino con Frank Sinatra a los 15 años”.

Algunos años después de rodar ‘Rebelde sin causa’, Wood se habría reencontrado con sus coprotagonistas Dennis Hopper y Nick Adams. Los chicos le habrían propuesto un trío, pero ella sólo lo aceptaría si primero podía “bañarse en champagne como Jean Harlow”.

Hooper y Adams compraron varias cajas y llenaron una bañera. Wood se metió desnuda. Lógicamente, el alcohol hizo su efecto y, según cuenta Bailey “tan pronto como sus áreas más sensibles entraron en contacto con el alcohol, ella gritó de dolor. Así se fue al garete la orgía”.

2

Lauren Bacall y Humphrey Bogart tomando una copa.

Humphrey Bogart

A diferencia de su colega Spencer Tracy , que no era un bebedor social, sino que prefería beber solo, el protagonista de ‘Casablanca’ sí disfrutaba saliendo por las noches a hincar el codo por los locales de Hollywood.

Según explica Juan Tejero en su magnífico libro ‘El método Smirnoff’, en sus inicios, Humphrey Bogart se tomaba un whisky en los camerinos tras grabar y luego se paseaba por todos los bares que hubiese por la zona. Un tendero de uno de los locales que frecuentaba en aquella época lo describió de la siguiente forma: "Humphrey es un tío estupendo hasta las once y media de la noche. Después se cree Bogart”.

Durante el rodaje de ‘La reina de África’, los únicos que no enfermaron por culpa de los mosquitos o el agua corriente de la zona fueron el propio Bogart y el director John Huston, que se pasaron el rodaje bebiendo whisky y no llegaron a probar el agua.

3

Veronica Lake, posando para una revista.

Veronica Lake

Pese a tener un inicio de carrera más que prometedor, con apenas treinta años Veronica Lake ya había fracasado en dos matrimonios, tenía problemas económicos y su carrera comenzaba a ir cuesta abajo y, todo ello, por culpa de su adicción al alcohol.

De hecho, llegó a desaparecer de la escena pública y a tabajar en una fábrica hasta que un periodista la descubrió. En los sesenta fue arrestada varias veces por escándalo público y por embriaguez y llegó a ser internada en un psiquiátrico.

Con apenas 50 años falleció por una hepatitis y una insufiviencia renal provocadas por su alcoholismo. A su entierro no acudieron ni sus hijos ni su madre.

4

Richard Burton, junto a Elizabeth Taylor.

Richard Burton

Durante el rodaje de ‘La noche de la iguana’ y, según su biógrafo Robert Sellers, Richard Burton comenzaba a beber cerveza a las siete de la mañana y, una vez que terminaba con una caja, cambiaba de tercio y comenzaba a beber algún licor potente. Tal era la necesidad de Burton por estar continuamente bebiendo que obligó a la productora de la película a construir un bar cerca de donde grababa.

Elizabeth Taylor , su pareja en aquella época, no era abstemia. De hecho, si Burton empezaba a beber a las siete ella lo hacía a las diez, pero directamente con vodka.

El periodista Larry Getlen, del New York Post, cuenta una curiosa historia de ambos: “Una vez, mientras Taylor estaba intentando arreglar el pelo del su por entonces esposo, Burton se echó por encima una cerveza y preguntó que cómo se veía”.

5

Montgomery Clift, protagonista de 'De aquí a la eternidad'.

Montgomery Clift

La vida de Montgomery Clift sin el alcohol hubiese sido completamente diferente. Un accidente de coche cuando estaba completamente borracho tras una fiesta en la casa de Elizabeth Taylor destrozó su rostro y lo que le quedaba de su autoestima.

Cuentan que Burt Lancaster, durante el rodaje de ‘De aquí a la eternidad’, tenía que ir a meter en la cama a Frank Sinatra y a Clifft, ya que cada día acababan completamente borrachos.

El accidente, el alcohol, las drogas y el hecho de ser homosexual y no poder hacerlo público hicieron que el actor falleciese mucho antes de lo que debería haberlo hecho.

6

Spencer Tracy, en una imagen de 1931.

Spencer Tracy

Mark Bailey, en su libro ‘Of all the Gin Joints’, habla de los borrachos de la década dorada de Hollywood. Uno de los más notorios era el gran Spencer Tracy que, según cuenta Bailey, se escondía durante horas en el hotel St. George en Brooklyn Heights. Allí pasaba largas borracheras bebiendo botella tras botella de whisky mientras estaba sentado desnudo en la bañera sin levantarse ni siquiera para hacer sus necesidades.

Tracy era una de las grandes estrellas de la MGM y, por eso, la productora decidió crear el ‘Escuadrón Tracy’, que formaban un conductor de ambulancia, un médico y cuatro guardias de seguridad vestidos como paramédicos. Esta cuadrilla estaba de guardia 24 horas los 7 días de la semana por lo que pudiera pasar.

Los bares de la zona tenían la orden de llamar si Tracy entraba. Si la liaba borracho, el escuadrón entraba en escena y se lo llevaban a casa como si estuviera siendo objeto de una atención médica.

7

Errol Flynn (d) tuvo serios problemas con la bebida a lo largo de su vida.

Errol Flynn

Más allá de su faceta de galán de los primeros años de explendor de Hollywood y de sus papeles de héroes en filmes como ‘Robin Hood’, Errol Flynn ha pasado a la historia como un depravado fiestero.

Llegó a ser compañero de juergas de Fidel Castro en Cuba y su piso de soltero en Malibú (que compartía con el también actor David Niven) era conocido como ‘Cirrosis del mar’.

Con apenas treinta años se derrumbó dentro de un ascensor y un médico le dejó claro que tenía el corazón y los pulmones destrozados. Continuó con sus excesos hasta que falleció con 50 años víctima de un ataque al corazón.

8

Oliver Reed, posando con una cerveza en la mano.

Oliver Reed

Oliver Reed era uno de los actores más queridos en la gran pantalla en los años sesenta y setenta. Sin embargo, fuera de ella, su personalidad no era tan encantadora como la de sus personajes en películas como ‘The Trap, Oliver!’ o en la serie ‘Los tres mosqueteros’.

Según cuentan sus amigos de la época, un día llegó a beberse 126 pintas de cerveza por una apuesta. Como él mismo confesó, “no vivía en el mundo de la sobriedad”.

Anécdotas suyas borracho hay cientos. En 1980, por ejemplo, sostenía a un niño en una iglesia antes de que fuera bautizado y estaba tan afectado por el alcohol que se puso a simular que el bebé era una pelota de rugby.

Exponía su miembro viril tatuado en público, llegó a orinar en la bandera australiana y se emborrachó en una cinta transportadora de un aeropuerto.

Falleció de un ataque cardiaco días después de beberse durante una juerga posterior a la grabación de su último filme, ‘Gladiator’, ocho botellas de cerveza, tres de ron y algunos vasos de whisky.

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