Las 10 claves de la tercera temporada de Narcos
El cartel de Cali de Gilberto Rodríguez sustituye al de Medellín de Pablo Escobar en la serie de Netflix
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Narcos, sin Escobar, objetivo cumplido
La tercera temporada de Narcos contaba con el déficit de la ausencia del carismático Escobar. Netflix se gastó una millonada en promocionar las dos primeras temporadas con la imagen del narco más famoso de la historia. La tercera no ha levantado tanta expectación, pero han logrado crear un producto de mayor calidad. Un producto serio, cerrado y que puede dar pie a nuevas temporadas. Netflix apostó fuerte por Narcos y la jugada le está saliendo a las mil maravillas. Con trabajos así pueden seguir luchando contra Juego de Tronos y HBO.
En esta nueva temporada, los guionistas de Netflix se centran en el cartel de Cali, que durante su máximo apogeo llegó a controlar más del ochenta por ciento del tráfico de cocaína en el mundo. Hacían las cosas con más sigilo y más eficacia que Pablo Escobar. Y tenían un plan de escape. Pararlos, no era fácil.
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El acento de Damián Alcázar mejora al de Wagner Moura
Tras el vergonzoso acento de un Pablo Escobar brasileiro , Netflix ha tomado cartas en el asunto y, aunque siguen sin darle la oportunidad a un actor colombiano para un rol principal, esta vez es un mexicano, Damián Alcázar , el que toma el testigo al frente del cartel dominante.
Y, claro, no da la nota. El veterano actor mexicano se sale interpretando a Gilberto Rodríguez Orejuela, el hombre que dijo aquello de «tranquilos, muchachos, que yo soy un hombre de paz» para evitar ser disparado por agentes de la DEA.
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Javier Peña y el ideal americano
Narcos es narrado en primera persona por el agente de la DEA Javier Peña . Esta vez no cuenta con su compañero Steve Murphy, el narrador durante la época de Escobar, aunque sí con sus viejos enemigos de la CIA, de la policía y el gobierno colombianos, que torpedean durante los diez capitítulos de la tercera temporada sus intentos de acabar con el cartel de Cali.
Pese a tratar de hacerlo, Peña no ha cambiado. Un tipo que es capaz de aliarse con ‘Los Pepes’ para acabar con Pablo Escobar también está dispuesto a hacer lo que sea para intentar derrotar a su nuevo objetivo.
En el fondo, lo mejor de esta temporada es que casi todos los personajes son como el de Peña, grises. No hay ni buenos ni malos. Ni siquiera se puede decir que haya dos bandos. DEA, CIA, Gobierno americano, Gobierno colombiano, Policía colombiana, FARC, cartel de Cali, cartel del Norte del Valle y narcos mexicanos luchan por conseguir sus objetivos aliándose con el que más les convenga en cada momento.
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Cali desplaza a Medellín y Nueva York a Miami
Si en las dos primeras temporadas de la serie que Netflix lanzó completa el uno de septiembre a través de su plataforma la ciudad base era Medellín, por cuestiones obvias, Cali pasa a ser el centro de atención de la tercera temporada.
Además, en Estados Unidos, el protagonismo pasa de Miami a Nueva York. La ‘Gran Manzana’ es escenario durante la temporada de espectaculares asesinatos. El paraíso fiscal de Curazao , una pequeña isla al norte de Venezuela, es la otra localización con cierto peso de la temporada, amén de las selvas dominadas por las FARC, la Texas natal de Peña, Bogotá, Ciudad Juárez y de la zona del Norte del Valle.
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Cuatro capos en lugar de uno
Aunque Gilberto Rodríguez es el capo principal del cartel de Cali, no ejerce un poder absoluto como hiciera Pablo Escobar en el de Medellín. Se trata de un personaje menos carismático que, como ya se puede ver en las dos primeras temporadas de Narcos, cuenta con su hermano Miguel Rodríguez y con Pacho Herrera (Alberto Ammann) como partes de la cúpula de su organización criminal. Se une a ellos Chepe Santacruz , el enlace en Nueva York, un tipo muy hábil con la química y con las armas.
Gilberto es un hombre sensato, con carisma y que tiene muy bien atados a los políticos y la policía. Es el alma de las fiestas y logra mantener con éxito a tres mujeres a la vez sin que ellas se enfaden.
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Personajes secundarios mucho más potentes
Aunque Javier Peña y Gilberto Rodríguez monopolizan gran parte de la trama, hay otros personajes en teoría secundarios por sus roles que son igualmente importantes en esta tercera temporada. El hijo de Miguel Rodríguez, Javier Rodríguez , un asesino nato, es uno de los que más juego da.
Otro personaje importante es Jorge Salcedo , uno de los encargados de la seguridad del cartel de Cali. Gran parte de la trama gira en torno a su persona y a su familia. 'Navegante', uno de los sicarios del cartel, es otro de los secundarios más trascendentes.
Muchas son las mujeres que tienen un gran protagonismo en el desarrollo de los acontecimientos. Pero ellas merecen un capítulo aparte.
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El cartel del Norte del Valle
Si la fuerza emergente en la primera temporada era El cartel de Cali , ahora lo es el del Norte del Valle . Es lógico. La lucha de poderes entre los capos no acaba nunca. En cuanto ven una debilidad, atacan sin piedad. Frente a las maneras más 'caballerescas' de los de Cali, los del Norte del Valle son más brutales, menos negociantes, y tienen menos miramientos.
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Ritmo mucho más frenético que en las primeras temporadas
Netflix cometió un error de planificación en las dos primeras temporadas de Narcos. Resumió todos los asesinatos de Escobar en la primera y dejó la segunda para su huída, que se hizo demasiado larga. Concentró sus más de diez años de éxitos en el mismo tiempo que sus tres de escapada hacía la muerte.
Por eso, es un acierto que hayan considerado que la tercera tuviera un ritmo mucho más frenético . Desde el principio hasta el final no paran de suceder cosas y los personajes no cesan de evolucionar. Los guionistas eran conscientes que no tenían un personaje central del carisma de Pablo Escobar, y se decidieron por un guión a mi juicio mucho más conseguido, sin fijarse tanto en la realidad de lo que pasó exactamente, y más en el espectáculo televisivo.
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Cámara y Silvestre, secundarios de lujo
Los actores españoles Miguel Ángel Silvestre y Javier Cámara se ponen en la piel de dos personajes muy importantes dentro del cartel de Cali. Cámara es el chileno Guillermo Pallomari, nada más y nada menos que el contable del cartel de Cali. Silvestre, por su parte, da vida a Franklin Silvestre, el encargado de lavar el dinero de la organización criminal. Ambos resultan piezas claves para la trama principal. Ambos son muy valiosos para el Cartel y para la DEA.
Es el personaje de Javier Cámara el que más desarrollado está, y el que cuenta con más presencia en pantalla. Sin embargo, el de Miguel Ángel Silvestre vive por las calles de Curaçao una de las persecuciones más espectaculares de la temporada. Ambos hablan, como casi todos los personajes, indistintamente en inglés y en castellano, y están a la altura.
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El futuro de la serie, lejos de Colombia
El final de la serie apunta a México como próximo destino. Todo indica que Ciudad Juárez , fronteriza con Estados Unidos, va a ser la protagonista de la cuarta entrega. La serie va moviéndose con la realidad, y en los últimos años han sido los carteles mexicanos los que han pasado a dominar la distribución de droga a nivel mundial.
