Bogaris creará una gran superficie comercial en la antigua Coca Cola de la Torrecilla en Córdoba

El consejo rector de la Gerencia de Urbanismo de Córdoba aprobará en su próxima sesión dar su visto bueno inicial a la empresa andaluza Bogaris para que lleve a cabo una gran superficie comercial en la antigua planta distribuidora de Coca Cola en el Polígono de la Torrecilla , según el expediente distribuido por el organismo que preside el popular Salvador Fuentes. El proyecto movilizará una inversión de 30 millones y 150 empleos.

El proyecto comprende una gran superficie minorista tipo súpermercado y espacio para otras dos zonas, una dedicada a la construcción y otro al bricolaje . En total, la superficie de la antigua fábrica da para una edificabilidad máxima que supera los 30.000 metros cuadrados. La empresa responsable del plan especial ha estimado que solo se ocuparán sobre techo unos 15.000 metros cuadrados.

El documento arranca ya con las nuevas previsiones que se han establecido en la legislación andaluza para una tramitación de urgencia. Se establece en el informe que se dan los supuestos para el desarrollo de un menor tiempo de administración las malas previsiones de la economía por impacto del Covid.

El documento realizado por Urbanismo entiende que no hay problema alguno en que este tipo de actuaciones se realicen en polígonos industriales . El suelo industrial de la zona es plenamente compatible con los usos comerciales que se pretenden desarrollar. El proyecto quedaría encardinado en una zona asentada dentro de la ciudad sin la necesidad de establecer nuevas ocupaciones de suelo. El plan especial ha previsto una altura máxima de quince metros para las edificaciones aunque se ha pedido un informe de incidencia territorial y otro a Aviación Civil.

El consejo rector de la Gerencia de Urbanimo dará el visto bueno, tras meses de gestión, del cambio del plan del Parque Logísico de Córdoba que permitirá vender los espacios del área de empresas de la Junta de Andalucía. La decisión cierra el círculo establecido por la Agencia Pública de Puertos, que dirige Rafael Merino , y que se propuso un cambio de modelo del alquiler a la venta de espacios y edificios llave en mano.

Los promotores logísticos rechazaban el sistema de concesión previsto en el espacio lo que llevó a una modificación del plan funcional y una adaptación de la normativa urbanística que se creó para esta finalidad.