Primavera 2021
Los agricultores gaditanos abandonan la flor cortada por la ausencia de fiestas de primavera
Solo se han cultivado 140 hectáreas de las más de 350 que existen en la Costa Noroeste y buena parte de la producción vuela a Europa
La mayor parte de los propietarios ha optado por sembrar hortalizas, algo más rentable que la flor en tiempos de pandemia
![Los alamacenes de flor cortada no están a rebosar en plena campaña](https://s1.abcstatics.com/media/noticias/2021/03/23/v/flor-cortada-almacen-kT6B--1248x698@abc.jpeg)
El sector de la flor cortada, uno de los pulmones económicos de la Costa Noroeste de Cádiz, languidece. La ausencia por segundo año consecutivo de la Semana Santa, la Fallas y las ferias ha puesto en situación de jaque mate a una producción que se ha dejado a menos de la mitad ante las malas expectativas que se venían encima.
De las casi 350 hectáreas que cada año se cultivaban entre Sanlúcar y Chipiona, el volumen ahora de explotación no llega a las 140. Más de un 15% de los agricultores han dejado la tierra en barbecho . Algunos de elos se han visto obligados a cambiar la flor cortada por las hortalizas , algo más rentable en tiempos de pandemia. De hecho, Luis Rivera, miembro de la asociación de productores de la flor cortada de la zona de la Costa Noroeste señala que «la producción sale a cuenta gotas, ya que hay una producción muy ajustada y una demanda de flor muy limitada».
Rivera insiste en que hay muy poca flor cortada y el desánimo del sector va a más porque no han llegado las ayudas anunciadas por el Gobierno y la Junta . Según Rivera, más del 30% de los agricultores que hasta ahora se dedicaban a la flor cortada han optado esta temporada por plantar hortalizas.
Decepción
El mercado que se reparte ahora la producción gaditana es el nacional, en un 30%, el europeo, en un 60%, y el inglés, en un 20%. Los agricultores encuestados por LA VOZ reconocen que las expectativas que se depositaron en el Día de Los Santos y en Navidad no se cumplieron y ese desánimo ha terminado por lastrar la nueva campaña de 2021 .
El sector de la flor cortada perdió más de 23 millones de euros solo entre marzo y abril , es decir, los meses clave de producción y distribución de la flor que se destina a los eventos de Semana Santa y ferias. La ausencia de una primavera plena por culpa del coronavirus acabó con todas las expectativas de los agricultores gaditanos y marchitó la cosecha que se había preparado antes del confinamiento para cubrir la fuerte demanda que sobreviene en esas fechas gracias a la celebración de la Semana Santa, el Día de la Madre, la romería del Rocío y las fiestas populares.
La producción completa que afloró en los primeros días de la pandemia en Rota, Sanlúcar y Chipiona -epicentro nacional de la flor cortada- se fueron directamente al vertedero. Cientos de agricultores terminaron triturando millones de tallos para estiércol ante la imposibilidad de colocarlos en los mercados nacionales e internacionales. Esta situación la han evitado este año los agricultores recortando la plantación y desviando su plantación hacia las hortalizas. No hay que olvidar que el 70% del negocio de la flor cortada gaditana se genera en primavera y el 30% restante se deja para la festividad de los Santos Difuntos y la Navidad. Como bien indica Luis Manuel Rivera, de COAG-Chipiona, la flor cortada arranca cada año en el mes de febrero con la celebración de San Valentín (Día de los Enamorados) y sigue su escalada con el Día del Padre, en marzo, la Semana Santa, en abril, el Día de la Madre y las comuniones, en mayo, hasta rematar con las ferias y verbenas. Sin embargo, la ausencia de estos eventos deja de nuevo al sector casi tocado de muerte.
Mano de obra
La flor cortada mueve en la provincia unos 6.000 empleos. Andalucía lidera este sector, con más del 50% de la producción nacional, que se traduce en unas 1.000 hectáreas y una facturación de 4.200 millones de euros, de los que 3.000 millones se distribuyen entre Chipiona, Sanlúcar, Jerez, Arcos y Rota, en Cádiz, que es la primera provincia productora del país.
El impacto del coronavirus ha llevado a los agricultores a una delicada situación económica y han solicitado por ello ayudas al Gobierno de la nación para sobrevivir y mantener a flote sus empresas. En Holanda, por ejemplo, se han inyectado 600 millones de euros para salvaguardar lo que consideran un sector estratégico de su economía.
Luis Manuel Rivera, conocido como Lima, es responsable de flor cortada en Andalucía de la organización COAG y presidente de la asociación de Agricultores Costa Noroeste de Cádiz, aclara que los «floricultores no tuvimos ingresos el año pasado y se ha tenido que hacer frente a la declaración de la renta del ejercicio de 2019, que estuvo plagada de pérdidas por enfermedades: una plaga dejó mermas de hasta el 50% en claveles, lilium, paniculatas y solidago, mientras que el virus del tomate acabó por completo con la cosecha de crisantemo».
El responsable de flor cortada de la organización agraria recuerda que la reducción de módulos es una reivindicación histórica del sector, ya que el baremo actual data de hace de más de treinta años, cuando la flor valía dinero y los costes de producción eran mucho más bajos, sobre todo en plásticos, fitosanitarios, abonos y mano de obra.