'La espiral de la vida' más gaditana de Londres

El escultor Miguel Ángel Arteaga es uno de los nueve elegidos para exponer su nueva obra este mes en St. Paul’s Cathedral

Hace cinco años emprendió la aventura que le ha permitido ser finalista del Premio Nacional de Escultura Británico

'La espiral de la vida' es el título de esta obra de Arteaga. L.V.

José Manuel Aguilar

Dicen que nadie es profeta en su tierra, y aunque los dichos no tienen por qué ser ciertos, éste se le puede aplicar a Miguel Ángel Arteaga, un gaditano que un buen día de 2012 decidió que era el momento de emprender la aventura artística y aprovechó la crisis económica para acogerse al programa de despidos que su empresa ofrecía y profesionalizar así su verdadera vocación: la escultura.

Bien es cierto que desde pequeño había sentido de cerca esa profesión, pues su padre, marmolista, le había ido transmitiendo las técnicas necesarias para aprender a pulir y desarrollar así su arte abstracto en el taller familiar. Ambos compartían faena, pero Arteaga decidió que era el momento de formarse con un prestigioso master británico. Logró entrar entre los 90 elegidos de más de 1.500 solicitudes en el de Chelsea College of Art. en Londres y al terminar, tras un año de intenso trabajo, la comisión de arte le ofreció exponer su obra en Liverpool Street. Desde entonces su aventura artística continúa creciendo en el Reino Unido, donde ha obtenido algunos galardones como una Mención Especial al ser finalista del Premio Nacional de Escultura Británico en Broomhil . Ahora centra todos sus esfuerzos en su nueva obra ‘Spiral of Life’ (La Espiral de la Vida) , que es la pieza que se expondrá en la Catedral de San Pablo (St Paul’s Cathedral) entre los nueve artistas elegidos, de septiembre a octubre, y que se puede apreciar en www.arteagaescultura.com .

Arteaga explica que la comisión de la exposición pide a cada artista que ofrezca su idea sobre el agua , elemento sobre el que se basa la muestra de este año.

Asegura que, como buen gaditano que ha vivido rodeado de agua toda su vida, ha optado por crear a un Nautilus (un molusco cefalópodo con forma espiral) e intenta transmitir lo insignificante que es el hombre dentro del universo, un ser vivo que el 80% está compuesto de agua.

La pieza construida con fibra de vidrio y resina tiene forma de embrión , donde cada capa es como si fuese olas del mar y al entrar en la caracola ofrece la sensación de estar buceando en el líquido elemento.

Miguel Ángel Arteaga es partidario de que sus obras transmitan «sensaciones» al público, sin necesidad de tener que saber interpretarla.

Por eso, respecto a ‘La Espiral de la vida’ recuerda una anécdota que le ocurrió con una trabajadora de la limpieza, quien al ver la obra le comentó que le transmitía lo que ella esperaba encontrar cuando llegara a Mallorca a pasar las vacaciones.

De Londres a NY

El artista gaditano se muestra ilusionado con que su nuevo trabajo tenga gran repercusión no sólo junto a la Catedral de San Pablo, también en Nueva York, Melbourne o París, donde se desplazará esta muestra itinerante porque este oficio «son mis piezas las que tienen que hablar , no yo».

Tras un lustro en Londres, Arteaga no se plantea regresar a trabajar a Cádiz donde no ha encontrado el respaldo de las administraciones públicas que ofrecen en el Reino Unido. Recuerda que cuando vivía en la capital gaditana planteó a un responsable municipal de Cultura la posibilidad de exponer una serie de ocho piezas iniciales en Santa Catalina y «ni siquiera pude hablar directamente con ella» . En cambio, en las islas británicas les ofrecen a los artistas las plazas públicas para dar a conocer sus obras. Quizás el reconocimiento le permita volver a intentar exponer en Cádiz lo que antes le negaron.

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