Provincia

Las disputas internas ocasionaron la salida de Ciudadanos del gobierno de Sanlúcar

Sanlúcar

Un cambio en las delegaciones municipales propició que la tensa relación en el partido naranja saltara por los aires

Las concejalas cesadas Ana Sumariva y Lucía Rodríguez y el que fuera cabeza de lista Javier Porrúa. l.v.

ÁLVARO MOGOLLO

SANLÚCAR

El pasado viernes 1 de julio, tras una restructuración del gobierno local de Sanlúcar, la organización de Ciudadanos advertía a través de un comunicado que si no se restrablecían las funciones de su concejala Lucía Rodríguez al frente de la delegación de Urbanismo, el pacto de gobierno con el PSOE quedaría roto en las siguientes 48 horas.

El fin de semana pasó sin novedad y los naranjas anunciaban el lunes la ruptura del acuerdo con los socialistas. A partir de ahí, se generó una cascada de reacciones que han podido conocer a través de este periódico y también una nueva estructura de gobierno decretada por el alcalde Víctor Mora en la que están presentes los concejales socialistas y Manuel Lobato, independiente que concurrió a los últimos comicios bajo el paraguas de Ciudadanos. Cabe recordar que el pacto de gobierno que ha estado vigente tres años se llevó a cabo con la suma de los nueve concejales del PSOE más los cinco que obtuvo Ciudadanos.

Pero antes de llegar a este turbulento inicio de mes, hay que remontarse tiempo atrás, puesto que las relaciones dentro del seno naranja en Sanlúcar se han ido deteriorando paulatinamente. Por un lado, el que fuera cabeza de lista Javier Porrúa y los ediles Juan Ponce y Manuel Lobato, cada vez más alejados de las directrices de su propio partido y del que fuera líder absoluto a nivel andaluz Juan Marín, y por el otro Ana Sumariva y Lucía Rodríguez, más cercanas a la dirección del partido.

Ese enfriamiento de las relaciones ha acabado saltando por los aires y dejando al partido fuera de uno de los gobiernos locales importantes en los que estaba presente, curiosamente en la misma semana en la que ha perdido la alcaldía de la ciudad más grande en la que gobernaba, Linares.

Ana Sumariva cree que la mecha prendió tras el pleno municipal celebrado el 28 de junio: «Lucía, encargada de Urbanismo, se quejó porque el alcalde invitó a salir de la sesión a una periodista habiendo más gente de prensa allí. Esa queja sentó muy mal y estamos convencidas de que tras la valoración del pleno, le dijeron a Javier Porrúa que o le quitaban Urbanismo a Lucía, algo que ya han intentado más veces, o las cosas iban a acabar mal».

La propia edil naranja reconoce que el distanciamiento en el grupo municipal de Ciudadanos viene de largo: «Javier Porrúa se ha dejado llevar mucho por Víctor Mora y hemos luchado más entre nosotros que con quien verdaderamente teníamos que luchar, que era con el PSOE. Esto era un cogobierno y Porrúa no lo ha entendido porque lo ha visto como un único gobierno en el que hay que dar servidumbre al alcalde. Nosotras sí hemos intentado que se vea la gestión de Ciudadanos, para que no ocurra lo que ha pasado en la Junta de Andalucía, que te llevas tan bien y no te paras a diferenciar la gestión de uno y de otro, que al final la gente acaba pensando que somos todos del mismo partido».

El decreto en el que Urbanismo deja de estar en manos de Ciudadanos llega tras haberlo solicitado por escrito su compañero Porrúa, «algo que no debería haber sido aceptado porque Javier estaba expulsado del partido desde el día anterior», afirma Sumariva. El propio exportavoz del partido asegura que eso no es cierto, puesto que no ha recibido ninguna comunicación oficial proveniente de Ciudadanos, que de esta forma habría intentado cortar las alas al que fuera alcaldable.

Tras todo el revuelo, Ana Sumariva y Lucía Rodríguez fueron cesadas de sus funciones, pasando a la oposición: «No nos fuimos hasta ese momento porque si lo hubiésemos hecho nosotras antes que otros los tres concejales de Ciudadanos, se hubieran quedado ellos con el grupo municipal».

Los tres concejales que no siguieron la disciplina de partido abandonaron el grupo municipal y todo vínculo con el partido, aunque conservan sus actas de ediles «para trabajar por Sanlúcar».

En el entorno de Porrúa, Ponce y Lobato creen que el detonante del estallido alrededor del partido naranja se debe, en parte, al mal resultado en las elecciones andaluzas. «Jesús Carmona, coordinador local y asesor de Marín, tiene que dejar la Junta y llega aquí con una pataleta pensando que con su órdago nos íbamos a asustar y ellos iban a volver a controlar Urbanismo. No ha sido así y por eso se ha dado esta situación».

«Lucía Rodríguez, en el pleno de abril, ensalzó la necesidad y las bondades del pacto de gobierno para desarrollar los proyectos en la ciudad. Y tres meses más tarde, la opinión es radicalmente contraria». El principal motivo de discordia para ellos es el cambio de titularidad en la gerencia de Urbanismo: «No sabemos por qué hay tanto interés en ese área concreta».

Estas afirmaciones sorprenden a David Salazar, portavoz del grupo socialista, reciente socio de gobierno de Ciudadanos en el Ayuntamiento: «No sé por qué han insinuado eso, pero vamos a fiscalizar la gestión que han realizado los concejales de Ciudadanos en sus delegaciones. Sinceramente, no creo que haya sucedido algo irregular, pero si es así, habrá que actuar en consecuencia».

El concejal del PSOE niega que su partido tuviera intención de recuperar Urbanismo: «Desde el primer instante en que Ciudadanos pidió Urbanismo cuando se pactaba el acuerdo de gobierno, no hubo ningún problema en darle esa delegación. Si no hubiera sido así, no se la hubiéramos dado». «Ahora que la vamos a gestionar nosotros sí queremos que la delegación agilice la tramitación de expedientes, que nos han llegado quejas sobre los tiempos de espera», expone.

Un partido que atraviesa su peor momento a todos los niveles

Los últimos varapalos municipales acaecidos en Linares y Sanlúcar se suman al reciente y sonado chasco en las elecciones andaluzas, en las que Ciudadanos pasó de conseguir 21 escaños en los comicios de 2018 a quedarse sin representación tras haber dirigido cinco de las once consejerías del gobierno andaluz. En el Congreso de los Diputados cuentan con 10 escaños, cuando llegaron a tener 57.

Esta concatenación de malos resultados electorales, desencuentros internos y fuga de políticos a otras formaciones, han llevado al partido liderado por Inés Arrimadas a iniciar un proceso de refundación con la intención de recuperar un espacio político que han ido perdiendo paulatinamente.

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, es la encargada de liderar un equipo que ya se ha reunido por primera vez esta semana y en el que están presentes el diputado Guillermo Díaz, la alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masía, Dimas Grajera, el eurodiputado Adrián Vázquez, Patricia Guasp, la diputada María Muñoz y el concejal madrileño Mariano Fuentes.

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