La final de Benidorm Fest: el favorito de ABC para ir a Eurovisión
Repasamos las actuaciones de los candidatos que se medirán en la final y analizamos cuál tendría más posibilidades de llevarse una victoria si nos representara
Benidorm Fest está siendo un éxito incontestable. Las galas están bien organizadas, el sistema de puntuación se ha desvelado como todo un acierto por su agilidad y su capacidad de generar -y elevar- expectación, ha conquistado las redes sociales e incluso al público 'indie' gracias a la renovación de criterios, y lo más importante, está teniendo buena audiencia. ¿Pero cuáles son las conclusiones que arrojan las dos semifinales celebradas hasta el momento?
La primera es que la mejor actuación ha sido la de Niña Polaca, un grupo que no participa, que fue allí como invitado para tocar un temita, y que arrasó con su demostración de sensibilidad, emoción y fiereza. Ruth Lorenzo y Salvador Sobral también estuvieron muy bien, pero más allá de eso, ¿quién es el favorito de ABC?
Primero repasemos los artistas descartados. Bien descartados, por cierto. Javiera Mena quizá es la que más sorprende que no haya pasado, pero lo cierto es que si vas a jugar a ser Lady Gaga, hay que hacerlo mucho mejor. Lo que falló en su actuación no fue la canción, ni sus acompañantes, fue la expresión gestual de la chilena, que quizá se quedó algo atenazada por los nervios. No transmitió la energía y el desparpajo de una diva pop. Sí debió pasar Marta Sango , una chica talentosa que llevaba una canción decente e hizo lo que tenía que hacer. No está tan claro en el caso de Sara Deop , que pagó cara su falta de experiencia en una cita de estas dimensiones con algún destiempo y desliz vocal, y desaprovechó la baza del ritmo reguetonero de moda con un tema que se queda a medio gas.
Lo de Unique , lo siento mucho por ellos, fue de vergüenza ajena. La canción, la puesta en escena, todo estuvo muy, muy sobado, y los chicos no saben cantar o al menos no lo demostraron el miércoles. No llegó a tanto lo de Azúcar Moreno , aunque es de justicia decir que no esperábamos tan poco de ellas. Su estribillo quizá tuviera su gracia, pero las estrofas intermedias sonaron sin vida, sin energía, y sin empaque vocal. Luna Ki , ya lo saben, se retiró de esta semifinal porque no le dejan usar autotune. Un disparate.
Vayamos a los finalistas. La propuesta de Tanxugueiras está muy bien, pondría en valor el arte regional en un concurso al que suelen gustarle esas cosas, pero se nota demasiado que su canción ha sido compuesta ad hoc. Poseen mejor material que mostrar, y aunque 'Terra' tiene fuerza, adolece de demasiados tópicos en su búsqueda de la épica. Gonzalo Hermida , el chico que no pudo actuar en directo por estar aislado en su hotel tras coger el coronavirus (sólo se emitió su videoclip y aun así pasó), canta bastante bien pero se presenta con una balada que no dice mucho y a la que le faltan ingredientes para ser un pelotazo masivo. Quien parece haber tenido su día de suerte en las semifinales es Xeinn , un chico que si bien no llegó al nivel de Unique, le faltó poco. Se presentó con un estética algo rancia tanto en música como en puesta en escena, y vocalmente dejó mucho que desear a pesar de que su actuación fue la más discutible de todas en cuanto a ayuditas pregrabadas. Blanca Paloma sería una buena apuesta: canta sensacional y su puesta en escena es tan delicada como epatante, como le gusta a Eurovisión, pero su canción también se queda a las puertas de conquistar corazones de forma transversal. Habrá que ver cuánto pesa en el jurado lo de haber hecho trabajitos para RTVE recientemente.
Chanel puede parecer una Beyoncé de baratillo, pero cómo se las gasta la chica. Combina una voz sólida y solvente con una capacidad asombrosa para el baile sin perder el aliento, y tiene una imagen poderosa. No obstante, sobre ella podría pesar la falta de originalidad y discurso propio. Varry Brava son los que más se merecen ir a Eurovisión, al menos moralmente. Son los únicos que llevan años diciendo que quieren representar a España en el concurso, y su canción, además de rendir homenaje a una estrella de corte eurovisivo a más no poder como es Raffaella Carrà, tiene un estribillo muy coreable. Su puesta en escena no está mal pero no es para tirar cohetes, y la falta de un mínimo de coreografía en los pies del cantante no ayuda.
Rayden es sin duda un claro candidato. Su canción tiene mensaje, rítmicamente es potente y atrapa como un perro de presa, pero en la actuación del jueves faltó pegada. Si le pone un nivel más de adrenalina lo tendrá en bandeja. Aunque no tanto como Rigoberta Bandini , la artista que el jurado debería elegir si quiere que tengamos opciones en Turín. Su canción 'Ay mamá' tampoco es nada del otro mundo e incluso es un poquito moñas, pero lo tiene casi todo: épica, una buena construcción de estrofas que genera un 'de menos a más' muy eficaz, una sugerente puesta en escena y lo más importante, no uno sino dos ganchos irresistibles con esos 'mamamamama' y ese estribillo de 'mamá, mamá, mamá' ideales para Eurovisión al ser una palabra del lenguaje internacional. Además, explota la baza feminista con emoción y sencillez, y su campaña de promo en los últimos meses lo ha invadido todo. Es su momento. Y con esa referencia a Delacroix tenemos el voto francés garantizado.