Athletic-Real Madrid
Casemiro se consagra en la catedral
El brasileño cortó, tocó, durmió el partido, sacó de quicio a Raúl García y anotó el gol que dio tres puntos que pueden marcar una Liga
Es el ejemplo de futbolista humilde que llega a un grande por la puerta del filial y se gana un nombre en el campo. El espejo en quien se miran los chavales de Valdebebas para decirse «sí se puede». Acaba de cumplir el cuarto de siglo y consiguió la titularidad hace precisamente un año , cuando Zidane hizo la revolución que le permitió permitió conquistar la Champions , la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Carlos Henrique Casemiro fue el artífice de la victoria del Real Madrid en San Mamés, un campo donde nadie vencía desde que Rakitic dio el triunfo al Barcelona el pasado 28 de agosto.
«No quería forzar la tarjeta, y no la merecía. Aquí no puedes dejar tu puesto, porque hay mucha calidad»
Protagonista habitual del trabajo oscuro de destruir el ataque enemigo, el brasileño se duplicó en Bilbao para tocar, dormir el balón, serenar el fútbol blanco, frenar el ímpetu al borde del Reglamento de Raúl García y sentenciar los tres puntos con un gol que definió su tranquilidad. A dos metros de la portería, miró y se pensó el remate con una parsimonia que provocó ansiedad en los nerviosos. No, Casemiro no se precipita. Anotó el 1-2 con seguridad, la palabra que unifica sus virtudes. En la catedral fue el seguro de vida para el líder.
El protagonista del encuentro destacó la relevancia de los tres puntos cosechados: « Dependemos de nosotros en la Liga . Este es un campo en el que si no juegas bien, pierdes». Sacó de quicio a Raúl García: «Lo que pasa en el campo se queda dentro. Raúl García y Muniain defienden al Athletic y yo al Madrid. Me encanta jugar estos partidos». Su mensaje desveló que conocía las triquiñuelas de sus adversarios y no cayó en la trampa.
Mensaje del brasileño al madridismo
Esa inteligencia para saber medir los tempos es una característica de un jugador joven que demuestra sabiduría de veterano. «Todo el equipo crece poco a poco», advirtió el medio centro. «Somos los mismos que ganamos la Undécima y quiero decirle a la afición que crea en nosotros. En algún partido podemos jugar menos, pero todo el equipo ha hecho un partidazo ». Era una petición de apoyo al madridismo en la fase determinante de los títulos.
El pivote valoró el trabajo defensivo de la BBC: ««Ellos no tienen el perfil mío o de Ramos, que defendemos y defendemos, pero la ayuda que han dado es importantísima . Con su clase es casi imposible perder».
Sumó su quinta amonestación y no jugará frente al Alavés. Demostró su modestia: « No fue tarjeta y no quería forzarla, porque aquí hay tanta calidad que como dejes el puesto pueden quitártelo». Esa sinceridad es la clave de su éxito.
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