ARCADIO FALCÓN
El Madrid era un cadáver
El Madrid era un cadáver en el 60'. Pero es que hay algo en el fútbol… Hay un soplo de divinidad en la pelota que desafía toda lógica; un flash, un segundo de inspiración que tuerce el destino. Ayer fue que un tipo se equivocó, Donnarumma, y al PSG se le vinieron encima el Bernabéu, Di Stefano, las 13 y el escudo. Su gran error fue no estudiar la lección, pues hay una regla no-escrita que es muy clara: al Madrid hay que matarlo, asesinarlo; y mucho más si juegas en el Bernabéu el partido de vuelta de una eliminatoria europea. No matarlo, de hecho, es un acto suicida.
Y así, crónica anunciada. Tras el primero, aún avisó el campeón un par de veces (Benzema bien de testa y Vini, terrible de zurda), antes de Lo Inevitable. Luka Modric, el más joven de la plantilla, cumplió los designios de la historia, certificando lo que todos intuían: al Madrid hay que asesinarlo.
Cayeron tres, pudieron ser seis, y los jugadores más valiosos del mundo (entre los que se encuentra el exjugador conocido como Neymar Jr.), desaparecieron de la pantalla en el minuto 60', justo cuando el Madrid era un cadáver. Y por nada, por un flash. Un 'errorcito' del portero que contra el Nantes o el Burdeos cuesta un gol… y ya. Porque dominas el partido, eres mejor equipo y tu rival está perdido. Todo eso era cierto antes del fallo; el Madrid no estuvo ni se le esperaba.
El ser humano repite ciertos patrones, a los que se une la poética justicia que aplica el dios del fútbol.
Si perdonas goles cuando eres superior, sueles perder. Esto lo sabe cualquiera que haya jugado al fútbol. Pero dio igual. El PSG se derritió como pingüino en desierto, dejando por el césped del Coliseo un reguero de millones qataríes.
El Madrid pasa a cuartos pero el gran ganador, como siempre, es el ventrílocuo: Florentino Pérez. Le declara la guerra a la UEFA, al PSG y a sus líderes personalmente, les lleva a juicio por la Superliga para echarles un pulso y luego les elimina de la Champions tirando de épica. Si encima se lleva a Mbappé gratis…
Ceferin y Al-Khelaifi, esto es otra liga. No hay nada que pueda comprar la certeza de que el error inocente de un portero es una sentencia de muerte. Sólo el escudo del Real Madrid.
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