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«MasterChef Junior 3»: «No somos los hermanos Roca, pero sí podemos ser cocineros»
Más de 6.000 niños se inscribieron en las pruebas para entrar en «MasterChef Junior 3», que se celebraron ayer en Madrid
A los pequeños aspirantes a convertirse en «MasterChef Junior 3» ( TVE ) les tocó madrugar para enfrentarse a las pruebas presenciales que tuvieron lugar ayer en Madrid y que llevarán a los mejores de estas Olimpiadas culinarias al programa. Con sus delantales de colores (alguno hasta de Minions) y hechos un manojo de nervios, cerca de setenta niños hicieron cola en los exteriores del madrileño hotel NH Ribera del Manzanares para emplatar sus creaciones. «Cada año son más jóvenes. Muchos pequeños de 8 años nos dicen que llevaban desde los seis esperando para poder apuntarse», explica Esther González, directora de casting de «MasterChef», que ha tenido que revisar 6.000 solicitudes, con sus correspondientes vídeos. «Además, cada vez hay más nivel. H ablan de cocina como adultos, conocen las técnicas y los utensilios de cocina y y citan estrellas Michelin como si fueran cantantes de éxito », añade tras la experincia de los casting regionales que también han celebrado en Valencia, Bilbao, Málaga y Barcelona.
Y sino que se lo digan a Simón, un niño de 12 años que después de aprender a cocinar con vídeos de Youtube se ha lanzado a hacer esferificaciones para su empanada de pulpo. «Me gustan mucho los hermanos Roca y Pepe», confiesa el pequeño. «A mí me gusta Pepe por su forma de comer» , añade otro aspirante, Lluis.
El jurado de «MasterChef» también es uno de los preferidos de Lucía, que trae un falso jamón serrano hecho con una gelatina que ha pasado cuatro horas preparando. «He aprendido a cocinar con mi tío y mi cuidadora, que me enseñaba a hacer dulces», cuenta la niña del campamento «MasterChef», lo que demuestra que ya no son solo las madres y las abuelas las que transmiten el gusto por los fogones. «Cocina desde los 7 años, he intentado apuntarla a una escuela pero me decían que era demasiado pequeña» , relata su madre.
Amigos y hermanos
Aunque son de lo más profesional, los niños no conocen la rivalidad, sino que charlan durante la cata e incluso se hacen amigos en la cola. Es el caso de Víctor y Alonso, que vienen de Soria y Ávila, respectivamente. A sus 8 años Víctor ya se desenvuelve estupendamente frente a las cámaras. «He traído un plato salado porque había muchos postres», cuenta. A Marta Xuan, de 9 años, tampoco le asustan las cámaras. Ya había salido en la TVG e incluso ganó el segundo premio de un concurso de cocina en su tierra.
Otros, contaban con el apoyo de sus hermanos, que también se presentaban a las pruebas, como es el caso de Cristina y Verónica o Antón y Daniel, dos hermanos gallegos de 11 y 8 años, respectivamente. «Empezamos cocinando bizcochos y galletas y ahora hacemos de todo, también salado», cuenta el mayor, que cita paso a paso y con gran precisión cómo ha preparado su ensalada de bogavantecon su hermano. « En casa a veces cocinamos juntos, pero no hay un pinche y un cocinero, los dos cambiamos de papel ». Una especie de hermanos Roca en miniatura. «Hombre no, pero cocineros sí podemos ser», responde con una sonrisa Antón.
Buenas costumbres
«Aunque yo soy un poco cascarrabias y me quejo mucho de que los niños solo comen hamburguesas y demás, es muy positivo ver que los pequeños y sus padres hacen un esfuerzo por que se viva el tema de la cocina , que es una forma más de expresarse», cuenta uno de los culinarios que elegirá a los concursantes, Hugo Scolies. Cuando los niños se enteraron que trabajó con Adriá se emocionaron. Que tiemblen los futbolistas, ya no son los únicos ídolos de los niños.
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