Ryan Reynolds: «La idea de querer ser inmortal es malvada de raíz»
El actor protagoniza «Eternal» una película centrada en el anhelo más humano: vencer a la muerte.
Se presenta con la bonhomía y la sencillez que se les supone aquí a los vecinos del Norte. El actor canadiense Ryan Reynolds (Vancouver, 1976) se parapeta del frío del aire acondicionado veraniego con un jersey de pico y de las preguntas con tufo personal con una sonrisa amplia. Está en plena promoción « Eternal », una película de ciencia ficción que acaba de estrenarse en España.
Es la historia de Damian Hale , un multimillonario atacado por un cáncer terminal -interpretado por Ben Kingsley - que decide someterse a un tratamiento experimental para cambiar su maltrecho cuerpo por el de un joven sano y radiante -Ryan Reynolds-. El cambio de chasis humano funciona al principio, pero, como es lógico, todo se complica entre identidades que se confunden en el cuerpo de Hale y conspiraciones de científicos perversos. Las cuestiones existenciales sobre el sentido de la vida dejan paso a persecuciones y tiroteos hollywoodienses para alegrar al personal.
-¿Buscar la inmortalidad es jugar a ser Dios?
Para mí es una idea clasista que piensa que el poder, la influencia y el dinero pueden hacer que te saltes lo que manda la selección natural. Y lo que cuenta la película es relevante porque vivimos en un mundo en el que la gente hace cada vez más todo lo que puede para evitar la muerte. El resultado es una población de 7.300 millones de personas, y eso da miedo.
-Pero mucha gente cree que la tecnología lo va a permitir…
Todo aquel que piense que la tecnología avanzará tanto como para evitar nuestra muerte tiene las miras cortas. ¿Cómo vas a controlar el problema del control demográfico? Para mí es como tirar una bomba. La idea de querer vivir para siempre, de utilizar la tecnología para ser inmortal es malvada de raíz.
-¿No es al mismo tiempo el anhelo más humano?
Sí, nuestra intención es siempre quedarnos, es algo que está metido en nuestro ADN. Pero en una vida sin muerte, ¿vas a vivirla en plenitud? Ese tiempo lo usas mejor, con más coraje, de forma más interesante, cuando sabes que está limitado. Si tuviera todo el tiempo del mundo, no sé, quizá me tomaría muchas pastillas para el sueño y me quedaría durmiendo un rato [risas].
Quizá lo que preocupa a Reynolds -y uno de los atractivos de la película- es que la tecnología que centra el relato está a la vuelta de la esquina. Ray Kurzweil asegura que la biomedicina y la ingeniería harén posible la inmortalidad en 2045, y no es un don nadie, sino el actual director tecnológico de Google. La película se sitúa “en un futuro de dentro de 20 minutos, ni siquiera la considero una película de ciencia-ficción”, ha explicado su director, Tarsem Singh.
Reynolds vivió en primera persona cómo la tecnología para alargar la vida es algo que ya muchos dan por descontado: «Cuando estábamos buscando localizaciones, visitamos varios ‘lofts’ de lujo en Nueva York, pertenecientes a multimillonarios [el que aparece en la película en una especie de Versalles con más oro y vistas a Central Park]. Nunca olvidaré cómo dos de estos propietarios nos preguntaron, entre susurros, si esto era real. Fue aterrador», recuerda.
La dosis de patadas y pelea que domina la segunda parte de la película es solo un anticipo del siguiente proyecto que ocupa a Reynolds, protagonizar al héroe del cómic Deadpool (en español se le conoce como Masacre). El actor tiene experiencia en el género, donde se ha puesto en la piel del personaje de DC Comics « Linterna Verde » -en ese rodaje conoció a su actual mujer, la actriz Blake Lively , con quien se casó tras divorciarse de Scarlett Johansson- y del propio Deadpool en una aparición secundaria en «X-Men Orígenes: Lobezno». En esa película, Reynolds se enamoró de este raro antihéroe, y desde entonces ha peleado para sacar adelante una película que lo tenga como protagonista. El actor es uno de los productores de la cinta, que se estrenará el año que viene. El trailer se vio hace pocos días en la feria Comic Con, en San Diego, la más importante de esta industria, y tuvo buena recepción.
«Deadpool» quizá sea el «blockbuster» que le falta a Reynolds, un actor que ha bailado entre el galán de comedia romántica -como en «La proposición», con Sandra Bullock - y el héroe de acción. «Podría ser y estoy preparado para ello», dice Reynolds, aunque también advierte de las limitaciones de la cinta: «No la estamos filmando con el presupuesto que tendría hacer una película de ‘ Lobezno ’. Pero no nos importa, nos permite hacer la película que queremos, sin la amenaza de un presupuesto gigantesco y la exigencia de taquilla que conlleva». Lo fundamental para Reynolds era meterse en la piel de Deadpool, «algo que he perseguido los últimos once años, es un sueño hecho realidad».
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