Carlos Herrera: «Nos vamos a divertir, España va a ser un parque temático del disparate»

Carlos Herrera ha protagonizado este lunes el desayuno informativo organizado por el Foro de la nueva Comunicación. El periodista, que acaba de firmar un contrato por tres años con COPE , fue presentado por su presidente, Fernando Giménez Barriocanal , con la asistencia de numerosas personalidades del mundo de la política, la cultura y el periodismo. El máximo responsable de la emisora dio paso al «número uno de la radio en España», que estrenará el 1 de septiembre el programa «Herrera en COPE» . «Es una persona extraordinaria, que iba para médico y, de hecho, se licenció en Medicina, pero no se quiso encerrar en un quirófano», y que hace una radio que «informa y divierte con rigor y humor», definió Giménez Barriocanal.

Herrera tomó la palabra y dijo que «difícilmente» se podía «encontrar sobre la faz de la Tierra a alguien más agradecido» esa mañana de lunes, y completó un discurso repleto de humor y trufado de anécdotas, entre las que deslizó infinidad de mensajes importantes y recordó la importancia de tener a su lado a sus compañeros de ABC y COPE. Sobre su fichaje, el periodista almeriense explicó que cuando el pasado 27 de marzo se despidió de sus oyentes, les pidió disculpas por no saber qué iba a ser de él en un futuro próximo. «No tenía tomada una decisión al cien por cien, ni siquiera al 50 o al 30 por ciento» , aseguró. «Era, como dicen Les Luthiers, como el príncipe Vasili, así conocido por su carácter dubitativo».

Ahora, tiene el empeño de «liderar la radio española» que tiene «más de 25 millones de oyentes , los cuente como los cuente el EGM, que siempre se los cuenta al mismo». Herrera también bromeó sobre los detalles de su contrato, después de leer «con perplejidad» infinidad de especulaciones, sobre todo en algunos medios digitales, que dijeron que había exigido «empezar a las ocho de la mañana y desde la cama [su programa se emitirá de 6.00 a 12.00] y que cobraba lo que medio equipo de la NBA».

En el turno de preguntas, explicaría que no había cambiado de emisora por dinero, ya que «las condiciones y las cifras del contrato son prácticamente calcadas» a las que tenía en Onda Cero. «La particularidad que tiene es que yo no cobro un dinero fijo elevado, pase lo que pase, sino que cobro en función de los resultados », detalló. «Tengo un sueldo base muy agradable, con el que no me moriré de hambre, pero yo solo gano dinero si mi empresa gana mucho dinero». Herrera también precisó que el dinero que va a recibir proviene de los anunciantes «y no lo paga la Iglesia ni los que marcan la X en la declaración de la Renta».

El periodista dedicó asimismo unas palabras de agradecimiento a dos Luises que considera sus grandes maestros, « Luis Arribas Castro , ya desaparecido, y Luis del Olmo », de quien destacó su generosidad y magisterio. También anunció que en su programa contará «lo que pasa» y que él no se inventará lo que ocurre, por respeto a los oyentes. «Pero sí les adelanto que nos vamos a divertir», anticipó, «porque España se predispone a ser un parque temático del disparate». Y después de defender el legado de la Transición y la Constitución, habló también de la situación en una Europa que «se debate entre expulsar a uno de sus socios por golfo» o seguir financiándoles la fiesta. «Los griegos comprueban ahora lo que significa elegir a un puñado de iluminados» . añadió.

Carlos Herrera no escondió tampoco que tiene ideología, «como todos los periodistas». «La mía es liberal, pero lo importante no es tanto disfrazarse como no caer en el sectarismo . En COPE caben todas las voces salvo las de los que nos quieren destruir y matar», dijo. «La radio está hecha para la emoción de los comunes». «Para terminar, yo no vengo al refugio, vengo a por todas, a por todos los oyentes, a por todos los anunciantes, porque vamos a por el liderazgo . Vamos a por el 10 y luego ustedes decidirán. Estamos al servicio de la sociedad y el periodismo, de la estabilidad, la conciliación, al servicio de España». Dicho lo cual, hizo un brindis torero con sus papeles a la audiencia reunida en el hotel Ritz, antes de responder a un buen puñado de preguntas.