«La Voz», el concurso que ha ganado Laura Pausini
El impulso a la carrera de los «coaches», ayudantes y artistas que se prestan a cantar sus temas con los «talents» esta probado. La industria se pelea por colocar a los suyos

No son pocas las voces -veladas las de la propia industria, más públicamente otros elementos menores del andamiaje- que acusan a «La Voz» de ser un instrumento de promoción de artistas , sí, pero de los propios «coaches» y no de los concursantes.
Alejandro Sanz , estrella y reclamo absoluto en el inicio del reality se ha pasado la tercera edición repitiendo a los concursantes que «aquí los protagonistas sois vosotros» , pero la realidad es que los cuatro artistas que han hecho de jurado en el reality obtienen una visibilidad imposible (e impagable) en una televisión huérfana de programación musical.
[Ver: Así eran los programas de música en TV cuando la televisión programaba música ]
Puede que Sanz necesitase algo menos ese empujón, pero el escaparate ha sido de oro para Laura Pausini, que a base de simpatía llevada a ratos hasta el histrionismo, ha conquistado a la audiencia con relevantes resultados para sus cifras de venta y demanda en España.
Y si ella ha sido la ganadora absoluta, los demás no le han ido a la zaga. Orozco es ya parte del reality de Telecinco . Siendo un artista más que consagrado, ha logrado la fama casi global tras su paso por todas las ediciones del concurso. A David Bisbal , estrella de la anterior edición (repetirá en otoño en «La Voz Kids» ) la televisión nutritiva vino a verle por segunda vez en su carrera con su destacado papel en la anterior edición.
La industria se pega por que sus artistas tengan minutos en un espacio que sienta ante el televisor a millones de españoles cada semana a ver a gente cantando. El capítulo de los derechos de autor generados por la reproducción de canciones en TV merece otro capítulo al margen.
Pablo López estrenó hace un año su primer exitoso sencillo en el concurso (como intérprete, porque como autor ya tuvo su parte de gloria con la interpretación de varias canciones de su puño y letra por parte de los «talents»). Este año hizo de auxiliar de Antonio Orozco , y repitió actuación. Su popularidad se ha multiplicado.
Hasta los tiempos de publicación de trabajos se modifican si hay que llegar a «La Voz» . Nadie en la industria se resiste a poner a uno de sus artistas a disposición del programa, ya sea para cantar junto a los «talents», ya sea -ese sí que es el negocio redondo- para hacer de auxiliar de los «coaches» titulares; o, el novamás, ser «coach».
Un escaparate único
La operación se repite en el casi centenar de países donde existe el concurso. El elenco de estrellas mundiales que se han prestado a ser parte del reality da un retrato bastante exacto de cuánto importa formar parte de él.
Alejandro Sanz , Miguel Bosé , Paulina Rubio , Alejandra Guzmán, David Bisbal , Ricky Martin o Laura Pausini , han utilizado idéntico trampolín en «La Voz» México . Rubio ha repetido en EE.UU., donde Adam Levine , Christina Aguilera , Blake Shelton , Usher , Shakira o Pharrell Williams , artistas de consolidadísima carrera, no han dudado en darse un empujón en aquel país con «The Voice» .
Raffaella Carrá en Italia; Tom Jones en el Reino Unido; Mia Rose , en Portugal... La lista de primeros espadas en diferentes momentos de sus respectivas carreras es una enciclopedia de la música.
En la actual edición, no es coincidencia los tiempos que ha utilizado Alejandro Sanz para poner en el mercado «Sirope» , o la entrada de Álex Ubago como secundario, cuando hace años que pocos son los que recuerdan un éxito del donostiarra.
El escenario es diferente para los que buscan consolidación y visibilidad puntual o un regreso rápido a las olvidadizas mentes de los consumidores de música. Pero el poder de «La Voz» para ambos supuestos está más que certificado en todos los países.
Así contado, la verdadera ganadora de la recién finalizada tercera entrega de «La Voz» en España ha sido Laura Pausini , cuya carrera vuelve a primera línea -para ser justos nunca dejó de estar en ella- con una amplitud de público inimaginable. Claro que no lo tenía fácil, y sin embargo se lo ha ganado «palabro» a «palabro» en pausiñol .
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