¿Qué sería de los dinosaurios de «Parque jurásico» sin Mickey Mouse?
Desde los Lumière a Spielberg o Burton. La Fundación Canal repasa con la exposición «Watch me move» las etapas que el género más animado ha atravesado en 150 años
¿Caen siempre a cuatro patas los gatos? Un curioso Etienne-Jules Marey se hacía esta pregunta, hasta que decidió probarlo, con una cámara en mano. Parece impensable, pero la materialización de su proyecto marcó un antes y un después en el mundo de la animación. Gracias a este pionero nacieron personajes entrañables que no solo marcarían nuestra infancia, también abrirían las puertas a una nueva forma de hacer cine y arte. Y renombrados cineastas como los hermanos Lumière y Georges Méliès se consolidarían siguiendo la estela marcada por la curiosidad de un hombre y su minino.
Junto al gato de Marey, el ratón más famoso del mundo. Mickey Mouse también tiene su hueco en el ambicioso proyecto que acoge la Fundación Canal. « Watch me move, un viaje por la animación » es la exposición sobre este género más importante hasta la fecha, y reúne una extensa selección de películas producidas durante los últimos 150 años. El Mickey clásico está de suerte, compartirá espacio con compañeros tan carismáticos como el Pato Lucas o Buggs Bunny, y junto a ellos, sorteará las trabas a las que los dibujantes les sometían para entretener al público. Siempre, por supuesto, al ritmo de pegadizas melodías que a día de hoy todavía parecen guiar sus movimientos.
«Watch me move» cuenta con un total de 80 obras, procedentes del Barbican Art Gallery de Londres, y ésta es su primera incursión en España. Desde cortometraje icónicos a algunas de las obras más conocidas del mundo de la animación, todas ellas repartidas en 6 secciones temáticas.
En «Apariciones», el visitante se adentrará en el orígen de la imagen en movimiento y podrá contemplar desde el resultado de experimentos fotográficos a imágenes generadas por ordenador. «Personajes» es una máquina del tiempo hacia la infancia. Icónicos personajes como Betty Boop o los Picapiedra secundarán al espectador mientras otras estrellas animadas se suceden en la pantalla. Quizás así descubramos «Quién engañó a Roger Rabbit». O quizás no, pero el viaje junto a estos entrañables personajes siempre resulta más divertido.
De repente, cambio de registro. Al Pato Lucas o a Bugs Bunny les escoltan los «Superhéroes», como el Hulk de Ang Lee , también conocido como La Masa, dada su envergadura. Pero también hay hueco para la contribución asiática al género, con la introducción en el anime de películas como « La princesa Mononoke » de Hayao Miyazaki .
Ni algunos de los nombres más famosos del séptimo arte consiguen escaparse. No está « Tiburón » pero sí las fauces de esos dinosaurios de « Parque jurásico » con los que Steven Spielberg aterrorizó y sorprendió al mundo. Y, por supuesto, Tim Burton , y su escalofriante «Vincent» en «stop-motion», donde ya mostraba cómo de macabro podía llegar a ser. La carrera de Burton es una reiteración de ideas que tienen en este cortometraje de culto su razón de ser.
«Fábulas y fragmentos», «Visiones» o «Estructuras» son otras de las secciones en las que se divide esta exposición. Y para cerrar el viaje animado que la Fundación Canal propone, dos opciones: salir de la torre gracias al largo cabello «stop-motion» de Rapunzel o a lomos de esas motos virtuales de « Tron ».
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