Lawrence, Johansson y Stone condenadas a salir con actores que casi doblan su edad

Jennifer Lawrence es la actriz en boga en Hollywood, una de las jóvenes intérpretes más solicitadas en la meca del cine. Algunos la sitúan como digna sucesora del título que Julia Roberts ostentó durante tantos años, el de «novia de América».

Es guapa y con talento, pero, a sus 24 años, es todavía incapaz de encontrar parejas de su edad en la gran pantalla. O Hollywood por lo menos parece empeñado en frustrarlas, incitándola a compartir cartel con actores cuya diferencia de edad es notablemente amplia. Por ejemplo, en « La gran estafa americana », una de sus últimas películas, Lawrence interpretaba el papel de esposa de Christian Bale , dieciséis años mayor que ella. Lo mismo le sucedió en « El lado bueno de las cosas », cinta donde surgió una de las parejas interpretativas más exitosas del cine americano. En la película de David O. Russell, el interés amoroso de la actriz corre a cargo de Bradley Cooper , asiduo a novias más jóvenes que él también en la vida real. En este caso, la diferencia de edad se reduce un año, apenas un cuarto de siglo de diferencia entre actor y actriz. Casi nada.

Similar suerte corre Emma Stone , otra de las actrices que, como Lawrence, enamora con sus simpáticas salidas fuera de la pantalla pero que en el cine queda relegada a mantener relaciones con actores maduros. En su última película, «Irrational man», Woody Allen la hace suspirar por Joaquin Phoenix , catorce años mayor. Y todavía no se ha estrenado en España «Aloha», la cinta por la que la crítica ha vapuleado a Cameron Crowe. Es en ésta donde comparte cartel con Cooper, con el que la diferencia asciende a trece años.

Únicamente cuando se trata de películas dirigidas a un público mayoritariamente juvenil, tanto Emma Stone como Lawrence son compatibles con actores de similar edad. Le sucedió a la pelirroja en « The amazing Spider-man » donde conquista el corazón de Andrew Garfield, cuyo amor trascendió la pantalla, y a Lawrence en « Los Juegos del Hambre » y en « X-Men: Primera Generación », donde además de protagonismo también comparte noviazgo con jóvenes actores.

Scarlett Johansson , la tercera en discordia en la comparativa de Vulture, sigue su estela. Javier Bardem en «Vicky Cristina Barcelona» o Mark Ruffalo en «Los vengadores». La diferencia: diciséis años en el primer caso y diecisiete en el segundo.

Mientras que ellas parecen destinadas a abarcar una franja de personajes interminables, otras, las de mediana edad, son excluidas. Como le sucedió a Maggie Gyllenhaal que, a sus 37 años, fue rechazada para interpretar el papel de la amante de un hombre de 55 años, la excusa: «Eres demasiado mayor».

En el portal Vulture sentencian: «Según el censo de 2013 , casi el 60 por ciento de las parejas casadas se llevan solamente de dos a tres años de diferencia. En cambio, una relación como la que existe entre Jennifer Lawrence y Bradley Cooper en 'El lado bueno de las cosas', aparece solo el 1,6 por ciento de las veces. Y es que se ha convertido en algo normal en Hollywood, donde las estrellas de cine y productores poderosos de avanzada edad aparecen en las alfombras rojas con rubias de 20 años colgadas del brazo. ¿Pero acaso esto no coloca a las jóvenes y talentosas actrices como simples novias trofeo?».