Así se cocina «MasterChef»

A la voz de «¡Prevenidos!» comienza una nueva jornada de grabación en exteriores de « MasterChef » (martes, 22.30 en La 1), en esta ocasión en el local de ensayo donde Miguel Bosé y su equipo prepara la nueva gira. Mientras la presentadora, Eva González , y el jurado del concurso culinario formado por Pepe Rodríguez , Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera , graban la presentación de la prueba, los aspirantes a convertirse en el tercer «MasterChef» España, que no conocen la identidad del cantante para el que tendrán que cocinar, esperan nerviosos su turno para mostrar su pericia en los fogones. Tendrán que cocinar para cuarenta personas, entre ellos el propio Miguel Bosé, su equipo e invitados como Genoveva Casanova , Aitor Luna , Leonor Watling o la modelo Laura Sánchez . Todo ello con la dificultad añadida de prescindir de ingredientes básicos como la harina de trigo, ya que el cantante es intolerante al gluten y a la lactosa.

Una vez formados los equipos, los aspirantes reciben las indicaciones básicas de los expertos gastronómicos, los «culinarios», y comienza la competición entre fogones. Mientras cocinan, los redactores del programa siguen cada uno de sus pasos y se los transmiten a los jueces, que se acercan, acompañados de los cámaras (con sus steadycam) correspondientes, a ver la evolución de los platos: guiso con pollo y salsa de almendras, raviolis con gorgonzola, pulpo con cachelos, entre otros. «A veces cuando vamos a preguntarles por algo se echan para atrás, o se vienen abajo y solo queremos que piensen y nos defiendan sus platos», nos explica Pepe Rodríguez durante una pausa en la grabación. Después de tres temporadas, los chefs no se ven más duros, pese a las críticas que les llovieron después de que uno de los concursantes se derrumbara tras hacer un plato que pasará a la historia del programa, el león come gamba. «No creo que nos hayamos vuelto más críticos. A veces también te tienes que poner serio desde el principio para que vean que esto es una competición dura. Yo no me veo diferente respecto a la primera edición, sí más profesionalizado, ya conozco la mecánica de la televisión, qué podemos decir...», relata el chef, que confiesa que entre sus favoritos están Carlos, que «es de su tierra» y Sally, que «tiene muy buena mano». «Representamos al cliente exigente, si vienen a MasterChef saben a lo que entran», añade su compañero, Jordi, que mantiene su complicidad (y sus bromas) con Pepe también detrás de las cámaras.

«En esta edición son muy nobles, aunque algunos parecen muy buenos y luego te soprendes», comenta Samantha, que como Eva González aprovecha los momentos fuera de cámara para quitarse los tacones. «Nos están dando mucho, está siendo una edición con mucho humor sin pretenderlo. Nosotros también estamos más distendidos porque ellos son muy graciosos», cuenta la presentadora.

Mientras, en las cocinas, el tiempo se agota. Los camareros esperan pacientemente para servir los platos y Eva recibe a los famosos invitados. Entonces comienzan a aparecer los primeros contratiempos, que llevan al propio Bosé a echar una mano a los concursantes con su especialidad, la pasta. «En mi casa por tradición hacemos unos 600 raviolis en Navidad, pero hacer la pasta sin gluten es muy complicado. Yo cocino desde siempre, con lo que hay en la nevera, y una de las claves es no tener miedo. Hay dos lugares en los que tengo seguridad absoluta, el escenario y la cocina», confiesa Bosé. «La experiencia ha sido muy divertida, ver los entresijos del programa y el estrés real de los concursantes. Como en cualquier concurso, desde casa aciertas siempre, luego vas y te quedas en blanco».