Luchar para no tragarse una cucaracha y otros concursos extremos de Japón
El viejo «Humor amarillo» resucita con varios formatos en los que los participantes son víctima de alguna clase de tortura
En los noventa, el programa «Humor amarillo» triunfó en España a través de Telecinco , que ni siquiera se molestaba en traducir a los narradores originales. Diversos locutores improvisaban el texto a partir de las coloridas imágenes, en las que por lo general los concursantes eran torturados con pruebas diseñadas para la risa fácil . En Japón, su presentador era nada menos que Takeshi Kitano , hoy un cineasta con gran reputación. Los concursos modernos de la televisión nipona han dejado aquel invento a la altura de un programa de preescolar. Es probable que los lectores no demasiado jóvenes recuerden al chino Cudeiro .
Los últimos formatos consisten en pruebas entre lo extremo y lo surrealista . En «AKBingo!», por ejemplo, espacio del que se hace eco el portal Fórmula TV , dos chicas soplan desde los dos extremos de un tubo transparente que contiene una cucaracha. La que pierde se traga el animal. En otro programa que causa furor, y que podría traducirse (en versión suave) como «Canta hasta el orgasmo» , la mayor dificultad de los concursantes es seguir dando la nota (no importa nada desafinar) mientras una bella señorita los masturba.
En Vertele hacen incluso una recopilación de formatos que sorprenderían a la audiencia española, por muy maleada que nos parezca ya. En otro concurso los participantes reciben golpes en los testítulos mientras recitan un trabalenguas . En otro deben beber picante mientras les ponen una cucharada de mostaza en la nariz. En uno similar tienen que correr después de ser rociados en el trasero con gas pimienta . Incluso hay uno titulado «Batsu» (tortura) en el que quien se ría recibe diversos daños físicos. En todos los casos, la risa está casi garantizada.