El «no» de Podemos a compartir «Chester» con Rivera, baza de Pepa Bueno para levantar la audiencia
Ambos serán los invitados de «Viajando con Chester», y el programa los enfrentará virtualmente. Podemos ha iniciado una dura campaña para desacreditar a C,s en la red

«Uno de los dos se ha negado a sentarse con el otro en este sofá». Así, con la piedra en el aire y la mano escondida, despedía Pepa Bueno su última entrega de « Viajando con Chester ». La invitación a sus compañeros para revelar cuál de los dos líderes de los partidos emergentes había negado el cara a cara no tardó en ser recogida por varios periodistas y medios que pronto revelaron que era el de Podemos y no el de Ciudadanos, quien se había negado a compartir sofá.
Los disgustos que Pablo Iglesias ha tenido desde el mismo lugar que le encumbró, la televisión, han llevado a los estrategas del partido a dosificar su presencia en la pequeña pantalla. Cuando lo hace, lo hace como la vieja guardia que él critica: con red, un salto calculado que admite pocos riesgos.
Esa parece ser la razón de que el dirigente de Podemos evite un enfrentamiento directo con Albert Rivera, que parece confirmarse como el partido que va a concentrar buena parte del voto protesta contra los dos partidos hegemónicos, toda vez que sus propuestas no pasan, como sí lo hacen algunas de Podemos, por hacer saltar por los aires todo lo existente.
Podemos, eso sí, prefiere las redes, donde ese cara a cara inexistente (que la cadena ofrecerá montando las respuestas de ambos a una misma pregunta sobre sendos extremos del sofá), se ha materializado en una potente campaña contra Ciudadanos. #DesmontandoACiudadanos, una etiqueta que, acompañada de un vídeo y sus extractos lograba la pasada semana entrar en el olimpo de los trending topics con la fuerza suficiente como para que los aludidos se diesen por notificados y entrasen al trapo, haciendo así que el hashtag tuviese el doble de fuerza en la red social, hasta ser el primer tema de conversación global.
Con todos estos precedentes, el programa que Pepa Bueno heredaba de Risto Mejide pretende contrarrestar los datos que, hacia abajo en caída, han ido logrando sus emisiones. De los 7,5 puntos de cuota de pantalla en su estreno, pasaba a tocar fondo histórico en su segunda entrega: 5.6 %. La semana pasada lograba volver al 7,5 por ciento.
El morbo creado en torno al no enfrentamiento entre ambos dirigentes políticos, promete corregir la tendencia.