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Clint Eastwood y su nueva película «El Francotirador», en el punto de mira
Irán carga contra el filme, mientras que en Estados Unidos arrecia una virulenta discusión sobre si Chris Kyle era en realidad un héroe o un patriota psicópata
![Clint Eastwood y su nueva película «El Francotirador», en el punto de mira](https://s2.abcstatics.com/Media/201502/19/bradley--644x362.jpg)
Mañana se estrena en España «El Francotirador», la última película de Clint Eastwood que ha levantado gran polvareda. La película cuenta la historia del francotirador más letal de Estados Unidos, Chris Kyle, al que le contabilizaron 150 muertes oficiales. La controversia ha venido por el talante de la película y del libro en el que está basada, una autobiografía del mismo Kyle en el que se jactaba, no de las 150 muertes, sino de haber elevado el número a 255, lamentando no haber matado más iraquíes, a los que tachaba de «malditos salvajes». El filme ha enfrentado a conservadores y liberales en EEUU. El escándalo ha sido tal que el ayatolá Ali Jamenei, líder de Irán, cargaba contra la película al decir que «anima a un joven cristiano, o no musulmán, a acosar y ofender a los musulmanes».
Es una mota de polvo al lado de la controversia montada en Estados Unidos. Así, Michael Moore fue el primero en salir a la palestra diciendo que «desde pequeño me enseñaron que los francotiradores son unos cobardes que matan a la gente a distancia». Moore se refería, sin nombrarlo, a William James, el personaje protagonista de «En tierra hostil» ( Jeremy Renner ), un artificiero que se jugaba la vida a corta distancia de las bombas. También Seth Rogen (el director de «The Interview») entró en la polémica al declarar que «el film me ha recordado «una escena de Malditos bastardos ( Quentin Tarantino ) en la que se proyecta una película de propaganda nazi».
Al paso salieron los conservadores con virulencia. La primera fue la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, quien respondió: «Izquierdistas de Hollywood: mientras acariciáis trofeos de plástico brillantes que os intercambiáis los unos con los otros, escupís en las tumbas de los combatientes por la libertad que os permite hacer lo que hacéis. Quiero recordaros que toda América sabe que no serviríais ni para limpiarle sus botas de combate a Chris Kyle».
Clint Eastwood, al habla
Más allá de la película, la polémica se centra en el mismo Kyle, al que sus detractores acusan de matón texano con la cabeza hueca. Se apoyan en los mismos relatos (no contrastados) del propio SEAL. Dicen que Kyle alardeó ante sus amigos de haber matado en 2009 a dos hombres en una gasolinera de Texas cuando estos intentaron robarle la camioneta. Sí está comprobado que agredió en un bar a Jesse Ventura (ex gobernador de Minnesota) después de que este –ex veterano de guerra como Kyle– hiciese comentarios despectivos respecto a las fuerzas especiales norteamericanas. Ventura le demandó por difamación y hace unos meses, muerto ya Kyle, ganó el juicio con una compensación de 1,8 millones de dólares. Además, Kyle aseguró que el gobierno le pagó para matar a saqueadores en 2005 tras el paso del huracán Katrina por Nueva Orleans.
La polémica se ha extendido a todos los sectores norteamericanos. Así, Paul Rieckhoff, presidente de la Asociación de Veteranos de Irak y Afganistán de EEUU, intentaba poner paz: «La guerra de Irak es un asunto muy controvertido aquí, por lo que no me sorprende que la película haya causado tanta polémica. Eso sí, no es una radiografía de la guerra de Irak, sino un relato sobre las dificultades por las que pasan los soldados y sus familias».
Y a todo esto, el genio de Hollywood, Clint Eastwood, se encuentra en medio de toda la polémica. Siempre ha sido muy ambiguo en sus películas respecto a su posicionamiento político pues lo que parece ser propaganda de guerra es todo lo contrario: material antibélico. En este aspecto, el mismo Clint declaró que «es la declaración más fuerte contra la guerra porque exhibe las consecuencias que tiene para un soldado y su familia el trastorno postraumático que conlleva», opinión que la misma Michelle Obama ha compartido. El historiador Martin Pegler fue también explícito: «Aquí, cualquiera que lleve un uniforme es considerado un héroe. Deben ser considerados héroes aquellos que hacen cosas extraordinarias, no los que hacen el trabajo para los que han sido entrenados».
Para Ann Hornaday («Washington Post»): «Nadie sabe muy bien cómo catalogarla. En vez de ver a Kyle como un símbolo de una doctrina extranjera gravemente equivocada, es retratado como un operador competente altamente capacitado».
La cultura del gatillo
A favor de la película han saltado personalidades como Rupert Murdoch, Gary Sinise o los cantantes de country Blake Shelton, Craig Morgan y Charlie Daniels. También Jane Fonda aplaudió el filme mientras que Warner, con mucho ojo, hizo una gran campaña de promoción en los medios más conservadores estrenándola además en muchas salas del interior de Estados Unidos, donde «la cultura del gatillo» está más arraigada.
A ello se refiere también Noah Gittell («The Atlantic») al señalar que «la película levanta controversia porque revela la cultura de las armas en EEUU Unidos y refleja nuestras profundas divisiones sociales al respecto. Así vemos como Chris Kyle está enamorado de armas desde el comienzo de su vida y descubre que alistarse en el ejército es la forma más socialmente aceptable para hacer lo que ama: proteger a las personas y el uso de las armas de fuego».
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