Sam Taylor-Johnson: «'50 sombras de Grey' es un cuento de hadas decorado con sexo»
La directora de la adaptación de la novela erótica y Dakota Johnson, su protagonista, hablan para HoyCinema

El encuentro del amor a través de los juegos sexuales de sado; disciplina, control, sumisión se enaltece hasta convertirse en un puro cuento de hadas en la ficción de « Cincuenta sombras de Grey ». El fenómeno editorial, y ahora también cinematográfico, creado por la autora británica E.L. James, ha revolucionado a los admiradores de esta saga que llegaron a comprar las entradas con dos meses de antelación. «Entiendo la locura que despertó en todo el mundo. Si hay algo que la escritora hizo de forma brillante fue meterse en ese mundo y mostrar su historia, que es un cuento de hadas, decorada con sexo y contenido actual. Pero la narrativa es la de un cuento. Entiendo perfectamente por qué tanta gente se sintió atraída por el libro», confiesa la directora del filme Sam Taylor-Johnson .
La directora se embarcó en la aventura de realizar «Cincuenta sombras de Grey» convencida de su capacidad para enfrentar la ficción erótica y eligió como protagonistas a Dakota Johnson , la hija de Melanie Griffith y el actor Don Johnson, y Jamie Dornan , un irlandés que triunfa en la televisión con la serie «La caza». «Dakota apareció pronto en el proceso de casting. Fue la mujer a batir desde el principio. Aunque vi cientos de otras actrices para estar segura de que era la persona correcta. Jamie, como todo el mundo sabe, fue un camino más complejo, pero cuando llegamos al punto en que él apareció, nos sorprendió por completo».
A Johnson la realizadora le tenía preparado el largo monólogo cargado de referencias sexuales que cuenta la aventura erótica de la enfermera Alma en la playa con otra mujer, y que aparece en la película de Ingmar Bergman «Persona». «Elegimos una escena con tres páginas de monólogo, y no muchas actrices fueron capaces de manejarla con la soltura necesaria. Sabía que quien leyera esa pieza correctamente era la actriz compleja que yo necesitaba. Dakota fue de las pocas que supo interpretarla» asegura Taylor-Johnson reflejando cierto orgullo en su voz.
De sumisa a poderosa
Sam Taylor-Johnson es una mujer polifacética y sorprendente, casada con el actor Aaron Taylor Johnson, 23 años menor que ella, a quien conoció durante el rodaje del biopic de John Lennon, « Nowhere Boy ». «Quiero dejar claro que la integridad de la mujer se mantiene de forma equilibrada, y eso era algo muy importante para mí en el rodaje de este filme. El personaje de Anastasia se embarca en esta aventura como sumisa. Sin embargo, hacia el final de la historia, es ella quien tiene el poder y Grey se muestra roto emocionalmente ante sus ojos. Anastasia se convierte en una mujer poderosa al descubrir su sexualidad».
Si conseguir a Johnson en el papel de Anastasia Steele fue relativamente sencillo, el camino para dar con Christian Grey estuvo llenó de dificultades. «Jamie es un gran actor y desde el momento en que apareció llamó mi atención. Es parte de mi trabajo, conseguir que la química funcione en pantalla. Los dos son actores fantásticos y han trabajado muy bien juntos. La primera vez que los vi, inmediatamente sentí que había algo entre ellos, ambos tienen un sentido del humor parecido. El humor entre dos personas que se llevan bien es muy atractivo». Alejándose de la cultura violenta de la dominación y la sumisión, Taylor-Johnson utiliza su sabiduría artística para coreografiar las escenas subidas de tono con elegancia. «Investigué sobre el tema y algo que me llamó mucho la atención fue lo que me dijo una dominatrix: la relación tiene que ser construida con base en la confianza, y esa confianza es un lazo tan fuerte entre dos personas que puede convertirse en amor. No necesariamente el tipo de amor que nosotros pensamos», explica.
Los padres de Dakota, sorprendidos
Una historia decadente que cuenta con Dakota Johnson como el motor que inyecta fuerza a la obra de James. «Sam ha hecho un trabajo increíble porque incluso en esos momentos privados, íntimos, no te sientes incómodo viendo la película. Si no te sientes sucio es porque el director te está protegiendo. La manera en que Sam ha rodado esas escenas me ha sorprendido. La cinta tiene mucha calidad, es bellísima y se ha hecho con mucha clase», asegura la actriz comiendo un chupa chups en la habitación del hotel Chateau Marmont de Los Ángeles, donde la entrevistamos, muy cerquita del barrio de Richmond donde vive su madre.
«Mis padres se sorprendieron mucho cuando les dije que iba a interpretar este filme porque nunca les avisé durante el proceso de audición que estaba peleando por el personaje. Cuando lo conseguí me dijeron que se sentían inmensamente orgullosos de mí, aunque creo que mi madre era la única que había leído el libro», dice riendo. Frente a la polémica sobre si esta historia es puro teatro, de que no se acerca a la realidad, de que las mujeres no deben ser denigradas de esa forma o de que incita a la violencia, tiene su propia visión. «A mí me encanta que haya una buena dosis de controversia. Estoy segura que hay motivos para que esas personas se quejen y están en todo su derecho, pero hemos hecho una película de ficción y hay que verla con un pellizco de sal. En el cine se hacen películas para glorificar circunstancias y enseñarte un mundo que mucha gente desconoce. Seguro que nuestro filme gustará a unos cuantos y no tanto a otros».