«Big Hero 6»: cuando Disney encontró a Marvel
La última película de la compañía del ratón Mickey conjuga sus valores tradicionales con el empuje más rompedor
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El reto era hacer de « Big Hero 6 » un pijama nuevo: suficientemente holgado para retreparse en el sofá, pero sin perder ese extraño placer de las cosas a estrenar. Lo que en términos cinematográficos equivale a decir que la película 54º de Disney debía conjugar los valores tradicionales de la casa con el empuje más rompedor de su alianza con Marvel. Y a juzgar por la estela de éxito que va dejando a su paso, las aventuras animadas de un niño y su robot han puesto la prenda a millones de espectadores en todo el mundo.
[ Crítica de «Big Hero 6» de Oti Rodríguez Marchante]
«¿Qué espera el público de una película de Disney? Eso fue lo primero que nos preguntamos, y decidimos respetar los valores que transmiten sus películas clásicas como 'Pinocho' o 'Cenicienta', porque hay que honrarlos, pero introduciendo un escenario en el que todo es nuevo», explica a ABC Chris Williams, uno de sus creadores. Ese universo tecnológico, una especie de « Blade Runner » luminoso, hibrida Oriente y Occidente para erigir la ciudad de San Fransokyo, donde transcurre la acción. «Tenía que ser un escenario único e inusual, pero a la vez familiar», apunta su segundo director, Don Hall. Una labor de creación para la que fue necesario dejar atrás gran parte de la imaginería de los cómic en los que se basa «Big Hero 6», y lanzarse a construir prácticamente de cero.
«En ellos primaba la fantasía, nosotros queríamos que pareciera más real, que primara el realismo», dice Hall, que reconoce que Baymax, el robot, centró la mayor parte de los esfuerzos de los creativos. «En el cómic era algo más agresivo, casi una especie de dragón o un transformer, y decidimos enternecerlo», resalta. Labor que recayó, entre otros, en la mano y el lápiz del animador español Valentín Amador, responsable de que este robot neumático sea ya una de los personajes más populares del la factoría. «La influencia de Miyazaki en su creación es evidente, tiene mucho de Totoro», reconoce.
Superhéroes sin pistolas
A las moralejas clásicas del estudio del ratón orejudo -la amistad, el compañerismo, la superación de los problemas- la película ha sumado una buena cantidad de riesgo, introduciendo tramas que abordan de lleno cuestiones morales sobre el uso de la ciencia y la tecnología. Las disputas internas entre las gigantes empresas tecnológicas tienen su espacio en «Big Hero 6», así como el uso de la robótica para causas sociales e incluso el papel desempeñado por los ejércitos dentro del sector. «Estamos particularmente orgullosos de haber creado también una película de superhéroes sin pistolas», subraya Williams.
Opinión con la que concuerda el animador español, que considera que la cinta es buena muestra de que «las películas de animación son cada día más sofisticadas, también argumentalmente». Aunque en el fondo, el objetivo final permanece inalterable: «Toda la historia de la película está construida en torno a la idea de que te enamores de Baymax», dice. Un ser entrañable y adorable, al que los brazos no pueden resistirse en rodear. Como un buen pijama de invierno, aunque sea nuevo.
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