«Experto en besos», el último cargo creado por la TV turca
El organismo regulador islamista concluye que lo visto en una serie no era normal, sino una «succión de labios»
¿Se está gestando una prohibición de los besos en la boca en la televisión turca? Así parece indicarlo la última decisión de la Autoridad de Radio y Televisión de Turquía (RTÜK), un organismo dependiente del gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan que se encarga de revisar los contenidos de los programas emitidos en el país. Esta entidad investiga una escena de la telenovela «Kara Para Ask» (un título de difícil traducción, que hace referencia a un amor «ilegal» o «en negro»), en la que dos de sus protagonistas se dan un apasionado beso que los censores han considerado excesivo.
La RTÜK ha llegado al punto de contratar a un «experto en besos» para analizar la secuencia, que ha concluido que lo que se desarrolla en pantalla no es un beso normal sino una «succión de labios», y recomienda que el organismo multe a la serie y al canal que la emite por «convertir una simple escena de beso en erotismo», según informa el diario turco «Hürriyet Daily News».
«Se ha determinado que la emisión violó el principio en el que un programa no debería incluir contenido que dañe el desarrollo físico, mental y ético de niños y jóvenes», asegura el informe del experto, que basa su opinión apoyándose en un libro del escritor estadounidense William Cane titulado «El arte de besar».
«En el beso tipo ‘Succión de labios’, uno chupa el labio inferior de su compañero, mientras el otro chupa su labio superior», explica el documento. «Este estilo de beso en televisión, que es inusual que veamos en televisión, fue mostrado en el programa», indica, asegurando que es una técnica que está «de moda entre los jóvenes estadounidenses».
No es la primera vez que el RTÜK, conocido por su orientación ultraconservadora, decreta importantes penas financieras por cuestiones «morales». En 2013, impuso a otra cadena una multa de casi 220.000 euros por un concurso en el que una de las participantes, para animar a su marido durante una prueba física, le gritó: «¡Cariño, piensa en mí con otro hombre y vuélvete loco!». Ese mismo año, otra emisora pagó 25.000 euros por un episodio de «Los Simpson», después de que la institución considerase que era «ofensivo hacia la religión» e «incitaba a beber en Nochevieja».
