«Gran Hermano» sanciona a Omar y Luis

Tras la discusión en la que se enzarzaron Omar y Luis, la organización del programa decidió sancionar a los dos concursantes del reality de Telecinco . Durante la edición del debate de « Gran Hermano » de este domingo, el programa dio a conocer la sanción impuesta a los concursantes por su conducta violenta dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.

"«Gran Hermano» es un programa de convivencia y hay ciertos comportamientos que no se van a permitir", avisó el presentador al inicio de la emisión del programa. Una hora después, se hacía pública la sanción a los concursantes: "la dirección del programa ha decidido poner una tarjeta amarilla a cada uno de vosotros", dijo el Súper a Luis y Omar en el confesionario. Después, reunieron en el mismo lugar a todos los participantes del reality para dar a conocer la amonestación.

Después de la palabras del Súper, Omar agradeció a la organización el haber impuesto la sanción a los concursantes. "Habéis sido justos", dijo el Carabanchel. Sin embargo, Luis quería dejar claro quien mantuvo la integridad. "¿Quién dio el paso atrás para que no llegaramos a las manos? Me gustaría que quede claro aquí", dijo el torero. "No voy a entrar en valoraciones, los dos estáis amonestados", respondió tajantemente el Súper.

Si se desarrollara un segundo encontronazo en el que cualquiera de los dos concursantes amonestados aplicaran una actitud violenta, sería inmediatamente expulsado del programa de Telecinco.

Las tensiones en «Gran Hermano» estuvieron en la noche de Halloween a punto de desbordar el vaso de la paciencia de dos concursantes. Omar, el participante más polémico de la 15ª edición del programa, estuvo a punto de pelearse con Luis , el torero. La razón: unas palabras gruesas que había tenido el de Carabanchel la expareja del primero y actual confidente del segundo, Paula.

Omar escuchó los insultos de Luis, que le llamó «ignorante», «animal» y le advertió que «le va a ir muy mal en la vida». El madrileño, por su parte, se defendió con frases como «no me toques los cojones» o con amenazas bravuconas como «si quieres, cuando vayamos fuera te lo explico de otra forma».