entrevista
Dani Rovira: «En vez de gastar energía en criticar en los Goya, vamos a ponerla en mimar el cine»
El protagonista de «Ocho apellidos vascos» presentará la gala de los premios del cine español el próximo 8 de febrero
El malagueño Dani Rovira tardará en olvidar este 2014, el año de su irrupción como actor gracias al fenómeno « Ocho apellidos vascos », por el que puede ser candidato en los próximos Goya. Una gala que se encargará de presentar el 8 de febrero , tal y como anunció este lunes el presidente de la Academia, Enrique González Macho. Rovira, que ya trabaja en el guión, se sienta con ABC para hablar de este nuevo hito en su carrera.
-¿Qué más le puede pasar este año?
-Ya lo que me puede pasar es que el karma me castigue con un camión atropellándome (bromea). No sé, no puedo hacer otra cosa que estar agradecido a la vida, me he limitado a intentar hacer las cosas bien, a divertirme con lo que hago y ser honesto.
-¿Entra un poco de vértigo cuando todo va tan rápido?
-Sí, claro, un poquito de vértigo siempre hay. Intento no perder ese puntito de inconsciencia, porque si me paro a pensar bien, concienzudamente, los sitios donde me meto, me entraría más miedo. Como por ahora me ha ido bien, la palabra «no» me cuesta mucho cuando me plantean un reto. Presentar los Goya es un reto, te expones a millones de espectadores, a que la Academia y toda la gente del mundo del cine te vea, a opiniones, a redes sociales... Soy consciente. Pero para fallar un penalti hay que tirarlo.
-¿Cuánto ha influido el que se le etiquete como el chico de moda del cine español?
-Supongo que presento esta gala en representación de todos los que han hecho posible «Ocho apellidos vascos». Lo de chico de moda, como no lo elijo yo... Ya he dicho que los pantalones de campana se pusieron de moda y mira. Es saber equilibrar, elegir, no exponerte demasiado. Pero cuando te ofrecen cosas tan bonitas como estas, las tienes que aceptar.
-Que Dani Rovira sea el presentador apunta a una gala en clave de comedia.
-La prioridad es la gala y que la gente se lo pase bien, pero también me gustaría cargarme con la bandera de los cómicos de este país. Hay cientos de cómicos que la gente no conoce, que van por bares y fiestas de pueblo, que siguen haciendo lo que yo hacía cuando empecé. Es una manera de incentivar a esos que empiezan, sin glamour, sin tener miles de seguidores en Twitter. Si tienes vocación, sigue, porque yo empecé muy, muy de cero.
-La idea es rebajar la carga política.
-El peso de la carga política caerá en Enrique, en su discurso, que será un poco más institucional. No descarto una pullita, se me puede cruzar un cable, pero no es la intención. La intención es: vamos a hacer comedia, autocrítica, pero del cine. La comedia es ese lubricante que puedes ir metiendo. En vez de gastar la energía en criticar a los que nos ponen el pie en el cuello, vamos a gastarla en mimar y hacerlo bonito a la gente que cree en el cine.
-Que el año sea tan bueno relaja el ambiente.
-Se ha hecho cine bueno todos los años. Pero este a la gente le ha dado por ir y hay que aprovecharlo. Este año, más que nunca, la gala de los Goya tiene que ser una fiesta del cine.
-Un éxito activado por «Ocho apellidos vascos».
-Pudo ser el acicate para hacer las puertas un poco más anchas y que la gente se asome y vea que lo que hay dentro mola. Ahora están haciendo taquillas muy buenas « Torrente », « La isla mínima », « El niño ». Yo estoy muy contento por el porcentaje pequeñito de responsabilidad que pueda tener, pero «Ocho apellidos vascos» ha sido una maquinaria de mucha gente que ha puesto mucha energía. Ese es el mejor regalo, el mejor premio.
-Un premio al que puede añadir otro...
-Cuando llegué la gala sabré si estoy nominado, pero me voy a centrar en la presentación. Pase lo que pase, bienvenido será, pero no voy a negar que hay nervios. No sé si mi cuerpo podrá aguantar tanto estímulo. Pero siempre hablando de una cosa maravillosa.
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