«Gran Hermano 15» deriva en culebrón
El programa introduce una nueva concursante, Lucía, expareja de Omar, el único que ha iniciado una relación dentro de la casa
El «Gran Hermano» de este año va camino de convertirse en una telenovela. Su protagonista sería Omar, el joven madrileño que, según entró en la casa, se encontró con un hermano al que no había visto nunca pese a que ambos habitaban la misma ciudad. Luego protagonizó el primer beso de la decimoquinta edición del programa, se enamoró y hasta consumó su relación con Paula (alias la hawaiana).
Pero como en cualquier telenovela, a los momentos de felicidad le siguen los de zozobra y anoche, los responsables del programa decidieron aprovechar la excusa de sustituir al concursante que se marchó voluntariamente de la casa ( aquel mexicano que se hacía llamar Paquirrín tin tin ) para introducir un elemento más de este culebrón televisado las 24 horas del día. La sustituta sería Lucía, exnovia de Omar, que entraba a concursar en Guadalix de la Sierra como pareja de Paula. El drama al más puro estilo de «Confianza ciega» (otro reality del pasado) estaba servido.
«Vengo de buen rollo» dijo Lucía nada más entrar en la casa y encontrarse de frente con Paula y Omar. La hawainana reaccionó inicialmente con un abrazo, sorpresa y, cuando conoció quién era realmente su nueva compañera, mostró sus reticencias, le advirtió que era una persona «celosa» y le pidió disculpas si se había molestado por su relación dentro de la casa.
Omar también se quedó blanco después de ver a su ex, aunque luego suavizó la situación de tensión y relajó los ánimos con Paula: «Es una chica de puta madre, muy simpática», le dijo, aunque le advirtió a la nueva habitante de la casa: «Tú por tu lado y yo por el mío, te lo dije el último día».
Lo que les espere a los tres en los próximos días es una incógnita, pero se puede resumir en la frase que le soltó Paula a la ex de Omar nada más conocerla: «Espero que vengas de buen rollo, porque si no aquí va a haber follón», le dijo.
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