La presidencia de RTVE, un cargo gafado para el Gobierno
Los mandatos de Echenique, Oliart y Fernández han estado plagados de problemas en la cadena pública
La dirección de RTVE no es un puesto fácil. Sus últimos presidentes, Leopoldo González-Echenique (nombrado a propuesta del PP, que dejará su puesto mañana ), Alberto Oliart y Luis Fernández (PSOE), dimitieron del cargo que ocupaban por motivos como la mala situación financiera de la corporación, la mala relación con otros miembros del Consejo o, en el caso de Oliart, polémicas relacionadas con adjudicaciones a empresas de algunos de sus familiares.
El actual presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, dejará la corporación pública en una delicada situación económica. Durante su mandato, este abogado no ha logrado convencer al Gobierno de la necesidad de «ajustar» el actual modelo de financiación de RTVE, que depende principalemente de los fondos estatales. Ayer, en su comparecencia en la comisión de control del Congreso, el presidente volvió a poner de relieve la «debilitada» situación de la cadena «por los recortes del Gobierno» y la reducción de las aportaciones de las operadoras de telecomunicaciones y las cadenas de televisión, que se han reducido en los últimos años cerca de un 40%, como explicó.
Ni siquiera la inyección económica de 130 millones de euros que acordó con el Ministerio de Hacienda y que se negociará mañana en el Congreso solucionaría esta situación, ya que obliga a poner en marcha un plan de eficiencia que incluye, entre otras medidas, la posible fusión de Teledeporte y La 2
A esto hay que sumarle los detractores con los que cuenta el presidente en el Consejo, algunos incluso de su propio partido, debido a estos problemas económicos y a la pérdida de audiencia de La 1 , que se ha dejado casi dos puntos en el último año, pasando de un 11,5% de cuota de pantalla a un 9,5%.
Los predecesores de Echenique
Su antecesor, Alberto Oliart, elegido por consenso a propuesta del PSOE, tampoco tuvo suerte. Dimitió del cargo en 2011 «por motivos de estricto carácter personal y de salud» después de dos años como presidente de la Corporación. Sin embargo, su mandato también estuvo salpicado por la polémica, ya que antes de su dimisión salió a la luz que la empresa dirigida por su hijo había sido la adjudicataria de un contrato público para realizar servicios en el programa «La mañana de La 1».
Ya entonces se produjeron las primeras críticas al modelo de financiación sin publicidad que entró en vigor en 2010. El entonces secretario de comunicación del PP, Carlos Floriano, criticó el nuevo modelo y lo calificó de «ilegal y contrario a derecho».
Luis Fernández, ninguneado
Por su parte, Luis Fernández fue presidente de RTVE entre 2007 y 2009, año en el que se gestó el cambio del modelo de financiación que tantos quebraderos de cabeza ha dado a la televisión pública. El directivo explicó en su momento que su renuncia se debía a motivos «estrictamente personales» y por un «cúmulo de circunstancias», aunque, según publicaron varios medios , círculos próximos al presidente confesaron que Fernández se sentía ninguneado en la definición del nuevo modelo financiero de RTVE.