¿Qué se hace con el aceite que cambiamos al coche?

Cada vez que usted compra aceite lubricante o acude al taller para cambiar el aceite de su vehículo está contribuyendo a su adecuada recogida y tratamiento. Puede verlo en su factura, porque es obligatorio repercutirlo en ella y hacerlo además en línea separada, para que sirva también para concienciar, explica Eduardo de Lecea, director general de Sigaus, entidad que se ocupa de recoger y dar un adecuado tratamiento al aceite industrial usado en toda España. Con esa aportación del usuario final -un cambio de aceite suele ser de 4 o 5 litros, o sea, unos 0,33 euros-, que primero ha sido adelantada por los fabricantes que ponen estos lubricantes en el mercado, se financia la recogida y el tratamiento de uno de los residuos más contaminantes que existen.

Y en 2015 Sigaus recogió más de 120.700 toneladas de aceites industriales usados, el equivalente a más de 13.000 camiones cisterna de 10.000 litros, y cubrió casi 70.000 puntos de recogida en un total de 4.850 municipios de toda España. Con estos datos, se superaron las exigencias legales de recoger el 95% del aceite usado generado y de destinar a regeneración el 65% de lo recogido, ya que la tasa de regeneración se elevó prácticamente al 80%. La regeneración es el procedimiento prioritario desde el punto de vista ambiental, pues el aceite usado se transforma en un nuevo aceite listo para volver a ser utilizado, devolviendo el residuo al inicio de su ciclo de vida, en un claro ejemplo de economía circular. Con 3 litros de aceite usado se obtienen unos 2 litros de lubricantes, explican desde Sigaus.

Así, mediante el tratamiento de regeneración, más de 92.000 toneladas de aceites usados sirvieron para obtener bases lubricantes con las que fabricar nuevos aceites. Se estima que, gracias a esta gestión, se han podido «devolver» al mercado lubricantes como para llenar el cárter de 15 millones de vehículos en España. Por su parte, casi 27.000 toneladas de aceites usados fueron valorizadas energéticamente para convertirse en un combustible de uso industrial similar al fuel óleo, utilizado en centrales térmicas de cogeneración eléctrica, cementeras, papeleras, etc. generando una energía equivalente al consumo eléctrico de 68.000 hogares durante todo un año.

España, al igual que otros países del sur de Europa como Portugal , Italia o Francia , apuesta por la regeneración, mientras que en los países del norte de Europa se apuesta por utilizar el residuo como combustible de calefacciones, sobre todo. Esto es menos costoso que la regenración, pero supone aumentar la contaminación atmosférica.

La recogida de estos aceites tiene sus dificultades, porque se hace de manera muy dispersa. El 71% del aceite usado se genera en grandes núcleos, pero un 23% procede de 4.250 municipios diseminados por toda España. Sigaus recoge en 69.000 puntos de productores, esto equivale al triple de farmacias que hay en nuestro país. Como explica De Lecea, «se recoge en cualquier punto en el que se produzca el residuo, independientemente de la actividad que lo genere, de lo alejado que se encuentre el lugar y, por tanto, de lo costoso que sea la recogida, con el fin de garantizar que sea un servicio universal , porque el riesgo de no gestionar el aceite usado es muy elevado». En este sentido, en 2015 Sigaus recuperó 16.900 toneladas de aceites usados en 1.378 localidades rurales junto a espacios naturales protegidos.

Desde 2007 Sigaus ha recogido y valorizado 1,3 millones de toneladas de aceite usado, y regenerado más de 800.000 toneladas , con las que se han podido devolver al mercado bases lubricantes regenerados como para abastecer más del consumo anual de toda España.