Greenpeace denuncia las falsas alternativas al plástico que ofrecen marcas y supermercados
Los envases reutilizables y recargables son las únicas soluciones, resume la organización en su último informe

«Las alternativas a los envases de plástico son los reutilizables y recargables. No hay más». Con estas palabras, el responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Julio Barea, resume las conclusiones del informe «Tirando el futuro» . La organización alerta, así, sobre las «falsas soluciones que las marcas y los supermercados» ponen en circulación para «ganar clientes»:
1) Del plástico al papel. Greenpeace considera que se trata de una forma de trasladar el problema a otro ecosistema, los bosques naturales, pues «la industria de la pulpa y del papel, la tala y las plantaciones industriales de árboles a gran escala» provocan su degradación y pérdida. Tales acciones, además, emiten grandes cantidades de CO2. Y los sistemas de reciclaje de papel de «muchos» países son, asegura la organización, incapaces de producir suficiente fibra reciclada de calidad, por lo que numerosas toneladas de papel y cartón terminan en vertederos e incineradoras.
2) «Bioplásticos» . Según Greenpeace, solo el 1% del plástico disponible en el mercado es de origen biológico: fabricado con material como maíz o caña de azúcar. Pero que, «en su mayoría», se sigue componiendo parcialmente de plástico de origen fósil. Las condiciones de temperatura y humedad necesarias para que se degraden «rara vez» se dan en el entorno natural, advierte la organización.
3) Envases reciclados y reciclables . A tenor de los resultados de otro informe de Greenpeace, «Reciclar no es suficiente» , solo se reciclarían alrededor del 25% de los envases plásticos. «Aunque el sistema funcionara correctamente, que no es el caso, no tendría capacidad de reciclar al ritmo de producción: solo en 2017, el mercado de los envases de plástico flexible (envoltorios, bolsas, sobres monodosis, etc) creció un 19%. Ni el reciclaje convencional (que genera un plástico de menor calidad) ni el químico (problemático por la emisión de sustancias peligrosas y la gran cantidad de energía que necesita) están siendo soluciones reales», denuncia la organización.
Además de la «avalancha plástica» que padecen ecosistemas como los océanos, el 99% del plástico procede del petróleo o el gas, cuya extracción y refinado contribuyen al cambio climático, recuerda Greenpeace. Para 2050, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero relacionadas con el ciclo de vida del plástico podrían representar hasta el 10-13% del «presupuesto disponible que nos queda de emisiones», subrayan desde la organización.
De acuerdo con las estimaciones que maneja Greenpeace para finales de 2019, la producción e incineración de plástico a nivel mundial emitirán el equivalente a 189 centrales de carbón; coyuntura, en su opinión, insostenible dada la situación de «emergencia climática» actual. Y, «por si fuera poco», el plástico necesita aditivos químicos para mejorar su estabilidad, flexibilidad y apariencia: sustancias cancerígenas y disruptores endocrinos como los ftalatos, entre ellos, insisten desde la organización .
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