Rey buitre. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) acoge hasta el 5 de enero de 2019 la exposición Photo Ark, que incluye un centenar de imágenes del fotógrafo de naturaleza Joel Sartore. Joel Sartore. Joel Sartore trabaja desde hace 15 años para consolidar un archivo de imágenes que ya supera las 27.886 y reúne a alrededor de 8.500 especies de animales. Rata topo plateada. Cada animal posa ante la cámara con la naturalidad y la actitud de un retrato auténticamente humano. Lince ibérico. Sartore ha viajado alrededor del mundo en busca de ejemplares de las especies faunísticas más amenazadas que existen en la actualidad y que se conservan, por ejemplo, en los zoológicos. Un recorrido que hasta la fecha abarca más de 40 países, entre ellos España. Rana arbórea de ojos rojos. Un código QR acompaña a cada fotografía, permitiendo al visitante descubrir más datos sobre la especie protagonista. Desde información básica, como su rango de distribución, hasta curiosidades y vídeos. Guenon de Schmidt. Un color aparece asociado a cada fotografía, indicando la categoría de conservación en la que se encuentra, según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza: extinta, en peligro crítico, en peligro, vulnerable, casi amenazada y preocupación menor. Pantera de Florida. El MNCN ha organizado distintas actividades con motivo de la exposición, desde circuitos pensados especialmente para un público infantil hasta visitas guiadas realizadas por educadores especializados. Orangután de Borneo. Antes de acceder al espacio reservado a Photo Ark, merece la pena detenerse en la Sala de Biodiversidad del MNCN, una exposición permanente donde se explica tanto el origen de la vida como las extinciones que ya se han producido. Y se aborda, también, cómo la actividad del hombre está alterando los ecosistemas: el cambio climático, la sobrepesca, la contaminación por plásticos de los océanos, el furtivismo... Camaleón. «Es una locura pensar que podemos destruir una especie y un ecosistema tras otro y que esto no afecte a la humanidad. Cuando salvamos especies, en realidad nos estamos salvando a nosotros mismos», explica Sartore.