ORIGEN INDUSTRIAL
Detectan altas concentraciones de contaminantes químicos en orcas y delfines de aguas europeas
Un equipo internacional ha encontrado PCB, prohibido hace más de tres décadas y que interfiere en el crecimiento y reproducción de los animales, sobre todo en las áreas centrales y el oeste del Mediterráneo
Las concentraciones de bifenilos policlorados o PCB — contaminantes químicos del grupo de los organoclorados y de origen industrial — en las poblaciones de ballenas, delfines y marsopas de aguas europeas, más de treinta años después de su prohibición en 1977, son excesivamente elevadas tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo; siendo en este mar mucho más preocupantes.
Así lo establece un estudio liderado por la Sociedad Zoológica de Londres en el que han participado investigadores de la Universidad de Barcelona , informa la institución académica en un comuninado.
Los científicos han determinado que las áreas centrales y del oeste del Mediterráneo , del suroeste de la península Ibérica, del golfo de Cádiz y del estrecho de Gibraltar son puntos críticos para estos mamíferos; ya que en ellos se han encontrado concentraciones por encima de los 40 mg/kg.
El trabajo, publicado en Scientific Reports , está basado en análisis entre 1990 y 2015 del tejido de 1.081 cetáceos . Y ha permitido establecer que las orcas ( Orcinus orca ), los delfines mulares ( Tursiops truncatus ) y los delfines listados ( Stenella coeruleoalba ) en Europa son las especies que contienen las concentraciones más altas del planeta de bifenilos policlorados.
Se han puesto en común los resultados de una veintena de centros de investigación europeos (de Inglaterra, Escocia, España, Irlanda, Suecia, Portugal y Eslovenia ) especializados en este tipo de estudios.
«Los PCB no pueden ser excretados ni degradados por los cetáceos»
«Aunque las concentraciones de PCB son ahora menores que las de los años 1980 y 1990, aún se encuentran por encima del umbral que se considera peligroso para los predadores marinos, principalmente los delfines y las orcas. Por tanto, hay que seguir controlando la evolución de estos contaminantes en las próximas décadas», afirman Àlex Aguilar y Assumpció Borrell, del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio-UB).
Predadores terminales
Por efecto de la lluvia, los PCB han sido lavados de la tierra poco a poco y llevados a los océanos, donde se acumulan. Puesto que no pueden ser excretados ni degradados por los organismos vivos, estos contaminantes se fijan en sus tejidos y se acumulan progresivamente a lo largo de las cadenas alimentarias , llegando a concentraciones muy altas en los animales predadores terminales, como los grandes cetáceos o los mamíferos.
En concentraciones elevadas, los PCB producen varias consecuencias negativas en las especies marinas, subrayan desde el IRBio: son potentes inmunosupresores, interfieren en la reproducción y el crecimiento de los animales y provocan problemas hepáticos y hormonales . En el mar Mediterráneo, las elevadas concentraciones de PCB estuvieron detrás de las mortandades que en 1990 y 1991 afectaron a los delfines listados, y que provocaron la muerte de muchos miles de ejemplares de la especie.