Un centenar de cámaras seguirán los basureros ilegales localizados en zonas oseras de la cordillera Cantábrica

Al Fondo para la Protección de los Animales Salvajes le preocupa que su «proliferación» cambie el comportamiento alimenticio de los plantígrados y aumente los conflictos con la población de los municipios de montaña

Un centenar de cámaras seguirán los basureros ilegales localizados en zonas oseras de la cordillera Cantábrica FAPAS

Natural

La conservación del oso pardo en la cordillera Cantábrica continúa suponiendo un reto. El oso se cataloga, en la actualidad, como especie en peligro de extinción. Por ello, conocer mejor su biología, cuáles son sus preferencias alimenticias y cómo se mueve son fundamentales para asegurar la supervivencia del mamífero terrestre más grande que habita en España .

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) ha renovado su equipo fotográfico para estudiar al oso con 115 cámaras de alta tecnología que permitan obtener imágenes de gran calidad y realizar disparos automáticos con gran rapidez.

El seguimiento con cámaras del oso pardo en la cordillera Cantábrica realizado por la mencionada asociación conservacionista durante las últimas dos décadas ha permitido descubrir aspectos sobre su alimentación poco conocidos, como la explotación de las carroñas .

Los animales muertos en la naturaleza representan una fuente de alimentación muy importante para el oso. Si encuentra carroñas durante el invierno y en primavera hay fruta suficiente, el oso «pasa desapercibido en la montaña» y apenas genera problemas en los municipios cercanos a su hábitat natural.

«Pero si no encuentra carroñas en invierno, en primavera busca alternativas proteínicas en las colmenas , con el consiguiente enfado de los apicultores», explica el Fapas. «La culpa no es directamente del oso, si no de la retirada de carroñas que las administraciones impusieron de manera drástica sin tener en cuenta su importancia para la alimentación de la fauna salvaje», aclara la entidad en una nota.

La invasión de matorral en las praderías de montaña limita la presencia del arándano silvestre, un fruto que los osos buscan intensamente en cuanto llega el verano, prosiguen las mismas fuentes. «Limpiar el monte cubierto con matorral utilizando el fuego , una costumbre que parece haberse puesto de moda en la cordillera Cantábrica, elimina miles de hectáreas de terrenos que producen alimento para los osos, obligándolos a aproximarse a entornos humanos», señala el Fapas.

La asociación ha comprobado que, «de nuevo», en zonas de montaña de la cordillera Cantábrica comienzan a «proliferar» los «basureros ilegales» : áreas en las que si se depositan residuos alimenticios, la fauna salvaje, incluidos los osos, acudirán, alertan.

«Comer en la basura puede generar un cambio en el comportamiento de los osos. Es por eso que vamos a iniciar un estudio de investigación mediante el seguimiento fotográfico de alguno de los basureros ilegales que tenemos localizados en zonas oseras», concluye la nota.

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