Australia entrena a sus lagartos para que eviten a los sapos venenosos
El sapo de caña, introducido en el país en 1930, se ha convertido en una plaga
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sídney ha entrenado a lagartos autóctonos para que eviten a la población de introducidos sapos venenosos que se ha convertido en una auténtica plaga en determinadas áreas de Australia y que está causando el declive de otras especies animales que suelen alimentarse de pequeños anfibios.
Los científicos siguieron a dos poblaciones distintas de varanos arborícolas en estado silvestre: 16 fueron entrenados y 31, no. A los que entrenaron les ofrecieron probar un sapo de caña juvenil (a modo de cebo, como si de una caña de pescar se tratara, dado que el sapo llevaba un cordón que permitía a los investigadores retirarlo a tiempo) y comprobaron que los reptiles no volvían a acercarse a un ejemplar de la tóxica especie, dado que enfermaron (aunque no murieron gracias a la intervención de los científicos). Los 31 restantes, en cambio, si perecieron al entrar en contacto con ejemplares de sapo de caña. Un lagarto solo necesita masticar 30 segundos a uno de estos sapos para morir.
«Estamos muy sorprendidos por los resultados: los varanos arborícolas, cuya población ha descendido desde la introducción de los sapos de caña en 1930 en Australia, son capaces de retener este conocimiento y han sobrevivido a la presencia de una alta densidad de sapos venenosos, algo que nunca se había visto antes en el medio natural», explica la autora principal Georgia Ward-Fear en la revista Biology Letters, informa la cadena británica BBC .