Se viene abajo uno de los mayores atractivos turísticos de Ecuador
El célebre Arco de Darwin en las islas Galápagos se ha partido por la mitad tras un proceso de erosión natural

El icónico Arco de Darwin , un atractivo y turístico puente natural situado en el norte de las islas Galápagos (Ecuador), se ha derrumbado este lunes tras un proceso de erosión natural , según informó el Ministerio del Ambiente y Agua de Ecuador a través de Twitter, y hora tan solo quedan en pie las dos columnas de la formación. Afortunadamente, el suceso no ha provocado víctimas ni otro tipo de daños, traslada EFE.

El llamado Arco de Darwin es una piedra natural gigante que en algún momento formó parte de la isla del mismo nombre. No se puede visitar por tierra debido a las leyes de protección de la biodiversidad del archipiélago ecuatoriano. Sin embargo, el sitio es considerado «uno de los mejores lugares del planeta para hacer buceo y observar escuelas de tiburones y otras especies», explicó el Ministerio. De hecho, especialistas en buceo han calificado este lugar como el mejor del mundo para esta actividad: en una inmersión se pueden observar tiburones, tortugas marinas, delfines, infinidad de especies de peces y hasta tiburones ballena.
Gran actividad sísmica
Las islas Galápagos están situadas en el océano Pacífico , a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y la forman 13 islas grandes, 6 menores y 42 islotes.
Informamos que hoy 17 de mayo, se reportó el colapso del Arco de Darwin, el atractivo puente natural ubicado a menos de un kilómetro de la isla principal Darwin, la más norte del archipiélago de #Galápagos. Este suceso sería consecuencia de la erosión natural.
— Ministerio del Ambiente y Agua de Ecuador (@Ambiente_Ec) May 17, 2021
📷Héctor Barrera pic.twitter.com/lBZJWNbgHg
Este archipiélago, surgido de erupciones submarinas, se ubica en una de las zonas volcánicas más activas del planeta, estando sometido a una gran actividad sísmica. Además, fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1978 y es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.