PROYECTO LIBERA
Ríos de microplásticos
Crean un protocolo de muestreo e identificación de microplásticos en los ecosistemas acuáticos continentales
Cada año llegan a los océanos una ingente cantidad de desechos plásticos. Se calcula que albergan unos 150 millones de toneladas y que, para 2040, si la situación no cambia, ésta ascenderá a 600 millones. El agua, el sol, el viento y los microorganismos marinos van degradando parte de este plástico hasta convertirlo en diminutas partículas de apenas medio centímetro, que amenazan los ecosistemas y comprometen la salud de las especies, incluido al ser humano. Confundidas con comida, son ingeridas por peces y cetáceos. La situación es alarmante: un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) certifica la presencia de microplásticos hasta en 800 especies de peces, crustáceos y moluscos. Por si fuera poco, se estima que hacia 2050 el 99% de las aves marinas albergarán plástico en su aparato digestivo como consecuencia de ingesta directa.
El Proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha impulsado, para tratar de identificar estos residuos plásticos, el primer proyecto piloto para elaborar un protocolo de muestreo, detección, análisis e interpretación de los microplásticos en ríos y otros ecosistemas acuáticos continentales.
El estudio lo desarrolla la Asociación Hombre y Territorio (HyT) y tiene como objetivo establecer una propuesta metodológica para que técnicos, investigadores, entidades sociales o redes de seguimiento pongan en marcha o integren esta variable en sus proyectos. Para ello ha contado, entre otras, con la colaboración del Departamento de Biología Vegetal y Ecología y el Servicio de Microanálisis de la Universidad de Sevilla.
«El 80% de toda la basura que llega al mar proviene de tierra. Los ríos son focos de vital importancia para el conocimiento de fuentes de entrada de basura en el mar», explica David León, coordinador del proyecto Microplásticos en Ríos de HyT. Una realidad avalada por el estudio realizado por esta asociación, que lleva años trabajando en la investigación y conservación de ecosistemas acuáticos, el cual revela que el 70% de los sistemas continentales de España contiene microplásticos, siendo los más afectados aquellos situados en zonas de influencia urbana, agrícola e industrial.
Para poner a punto la metodología, las muestras y ensayos se han desarrollado en cerca de una treintena de tramos de ríos, algunos incluidos en espacios protegidos como las Marismas del Odiel, Doñana o el Estrecho de Gibraltar y se ha aplicado a un muestreo extensivo en 140 Lugares de Importancia para las Aves y la Biodiversidad (IBA) dentro del proyecto Ciencia LIBERA, que incluye espacios de la Red de Espacios Naturales Protegidos de España. Estos territorios son identificados mediante criterios acordados por investigadores y expertos al tratarse de lugares de especial importancia para la conservación de las aves y de la biodiversidad.
Se han tomado muestras de agua en estos, realizando el filtrado de una cantidad de litros en un tiempo determinado y en diferentes puntos de la columna de agua para separar los microplásticos, que después se identifican y analizan en el laboratorio. «Nos ha sorprendido encontrar estos residuos en zonas bastante preservadas como áreas de montaña, en las cabeceras de los ríos. Es todo un problema ambiental que conquista todos los ecosistemas: terrestres, acuáticos e incluso aéreos», reconoce León.
Herramienta replicable
Este investigador explica que se trata de «una herramienta sencilla para que científicos, técnicos, profesores o entidades de ciencia ciudadana puedan diseñar una actividad de educación ambiental o de caracterización de polímeros. Un protocolo versátil y replicable a nivel internacional que se puede adaptar a diferentes objetivos y escenarios». De acceso libre se complementa con una importante labor de divulgación, tanto a nivel técnico y de investigación como en entornos escolares y con acciones de participación y ciencia ciudadana.
Sara Güemes, coordinadora del Proyecto LIBERA en Ecoembes, señala que «se trata de un proyecto totalmente innovador, ya que es la primera vez que se pone a disposición de investigadores, técnicos de espacios naturales, confederaciones hidrográficas, docentes, entidades de voluntariado y público general una herramienta aplicable, adaptable y escalable a las diferentes necesidades y objetivos de cada iniciativa». David León deja claro que «esta herramienta permite ampliar el conocimiento sobre la cantidad, la tipología o el origen de los residuos y así plantear medidas más eficientes para proteger el mediambiente. Aunque nos queda camino por recorrer, la ciencia es nuestra gran aliada para encontrar las mejores soluciones», sentencia este experto.