DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Mujeres y cambio climático
El impacto del calentamiento global aumenta la desigualdad de género, la migración de las mujeres y su pobreza
La Fundación Microfinanzas BBVA apuesta porque las mujeres tengan las mismas oportunidades económicas que los hombres
Estudios aseguran que si las mujeres que trabajan la tierra tuvieran el mismo acceso que los hombres a recursos los rendimientos podrían aumentar un 39% y sacar de la pobreza a más de cien millones de personas
El impacto del cambio climático no solo tiene la capacidad de aumentar la pobreza y las migraciones, también, inevitablemente, la desigualdad de género; tres consecuencias que se retroalimentan entre sí con graves repercusiones a corto y largo plazo. El Día Internacional de la Mujer se celebra hoy bajo el lema «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible», y destaca cómo las mujeres y las niñas sufren más el impacto de la crisis climática, ya que esta amplifica las desigualdades de género existentes, afectando al corazón de la seguridad alimentaria: las mujeres.
En todo el mundo se enfrentan a barreras persistentes; dependen más de los recursos naturales pero tienen menos acceso a ellos, asumen una responsabilidad desproporcionada como encargadas de asegurar el suministro de comida, agua y combustible para el hogar y tienen menos bienes financieros y tecnológicos. En América Latina, según los datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), casi 60 millones de mujeres viven en el campo pero solamente el 30% de ellas son dueñas de tierras agrícolas, apenas el 10% tiene acceso a crédito y solo un 5% a programas de asistencia técnica. Los datos de FAO confirman esta desigualdad: a unque las mujeres producen el 50% de los alimentos, y en muchos países en desarrollo hasta el 60-80%, obtienen entre un 20 y un 30 por ciento menos de beneficios que los hombres agricultores . A esto hay que sumar los efectos de los fenómenos meteorológicos adversos como las sequías o inundaciones, que también afectan a los ingresos de las agricultoras y a su subsistencia.
Sin embargo, según varias investigaciones, si las mujeres que trabajan la tierra tuvieran el mismo acceso que los hombres a recursos, como formación, tecnologías y financiación, los rendimientos podrían aumentar del 20 % al 30 % y la producción agrícola total del 2,5 % al 4 %, lo que supondría la salida de la pobreza de entre 100 y 150 millones de personas . Según la OCDE, sólo el 5 por ciento de la ayuda de la cooperación para el desarrollo dirigida al sector agrícola va destinada específicamente a la igualdad de género.
Consciente de esta realidad, la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) tiene como una de sus prioridades asegurar que las mujeres no se queden atrás y que tengan las mismas oportunidades económicas que los hombres. Ellas representan un 57% (1,6 millones) del total de emprendedores que atiende la Fundación en 5 países de América Latina. El 34% de las mujeres que viven en entornos rurales se dedican a la agricultura y viven en situaciones de mayor vulnerabilidad económica frente a los hombres, poniéndolas en desventaja respecto al cambio climático.
Por eso, la FMBBVA ha desarrollado productos y servicios enfocados a la sostenibilidad para acercar las finanzas verdes a los segmentos más vulnerables, también con un enfoque de género. Esta propuesta de valor se divide en cinco ámbitos: agua y saneamiento, eficiencia energética, infraestructuras sostenibles, reciclaje y sostenibilidad agropecuaria. Una apuesta por el medioambiente que va más allá de productos financieros, y que cuenta con asesoramiento especializado para mitigar los impactos del cambio climático.
Las más sostenibles
Cada vez hay más datos que indican que las mujeres son más proclives a adoptar prácticas agrícolas sostenibles que pueden ayudar a mitigar el cambio climático y a adaptarse a él . Un estudio del Banco Mundial demuestra que las mujeres que trabajan en la agricultura, sistemáticamente buscan nuevas fuentes de agua o alternativas y plantan diferentes variedades de cultivos, y que su participación en las decisiones de grupo se traduce en una mejor gestión sostenible de la tierra.
Según FAO, la carga de trabajo de las mujeres dentro y fuera del hogar puede aumentar. C ada vez más, por las alteraciones climáticas, se está produciendo una escasez de recursos como el agua y los combustibles que requiere que las mujeres recorran más distancias , empleando más tiempo pero con menos rendimiento y mayor inseguridad alimentaria. Dentro del hogar, esto también puede suponer una sobrecarga de tareas domésticas y de cuidados no remunerados, especialmente si son sus parejas las que migran a las zonas urbanas.
Estos flujos migratorios son una realidad que aumentará con el tiempo, sin embargo, no debería generar una crisis. «Es indiscutible que el cambio climático afecta más a las mujeres porque parten de niveles más altos de vulnerabilidad. Para reducir estas brechas, las acciones de adaptación deben incluir medidas para reducir esa vulnerabilidad, fortalecer las capacidades y aumentar la resiliencia de las mujeres», señala Laura Fernández Lord, responsable de Empoderamiento de la Mujer de la FMBBVA.