El koala puede desaparecer de algunos parajes del este de Australia
La población de estos animales ha perdido sus hábitats a raíz del desarrollo urbano, agrícola y minero; por el cambio climático y por la comercialización de sus pieles hasta la década de 1930
El koala , el emblemático marsupial que habita en Australia, corre el riesgo de desaparecer de ciertos parajes del este del país oceánico por la tala de árboles impulsada por la urbanización y el desarrollo agrícola y minero. «Depende de la presión a la que estén expuestos, pero en algunas áreas los koalas estarían al borde de la desaparición en unos 20 años si se sigue arrasando sus hábitats », explica Christine Adams-Hosking, autora de un estudio revelado este viernes por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según esta investigación, la tala de árboles redujo un 53 y 26 % la población de koalas en los estados orientales de Queensland y Nueva Gales del Sur, respectivamente. Solo en la Costa del Koala, al sur de Brisbane, la población se redujo en más del 80 % entre 1996 a 2014. Los estudios de densidad de población de koalas realizados por WWF también muestran que la situación es más grave en el sureste de Queensland , donde se calcula que unos 179 koalas habrían muerto entre 2013 y 2015 , en un área de 44 kilómetros cuadrados.
El koala (Phascolarctos cinereus), que en lengua aborigen significa «sin beber» —en alusión a que el 90 % de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come—, está considerado especie vulnerable en Queensland y Nueva Gales del Sur, así como en el Territorio de la Capital Australiana.
Desde la colonización europea , la población de koalas, que viven en Australia desde hace 25 millones de años, ha perdido sus hábitats a raíz del desarrollo urbano, agrícola y minero y también por el cambio climático , así como por la comercialización de sus pieles hasta la década de 1930. En algunas zonas, además, los koalas han sido sacrificados por culpa de la clamidia , una bacteria que les produce lesiones en los genitales y los ojos causándoles infertilidad y ceguera y los consume lentamente hasta la muerte.
Para Adams-Hosking, la desaparición de los koalas representa una «señal que revela una catástrofe mayor porque sus hábitats son sumideros de carbono y se destruyen en esos lugares los servicios naturales de los ecosistemas». Entre otros, la presencia del koala permite la polinización de las plantas y contribuye a mantener los suelos saludables. Además, la pérdida de sus hábitats conlleva otros peligros para el koala que tiene que buscar un nuevo hogar a riesgo de ser atropellado en las carreteras —necesita una media de 40 segundos para cruzarlas— o de sufrir ataques de perros domésticos o salvajes (dingos). Se estima que casi la totalidad de estos koalas no llega a sobrevivir a las heridas causadas por estos incidentes.
Adams-Hosking explicó que cada año al menos unos 200 koalas son atendidos en hospitales de animales salvajes , cifra que puede ascender a 500 en algunos lugares, por fracturas causadas por los atropellos o ataques de los perros. De casi la totalidad de los koalas heridos, solamente sobrevive a las lesiones un 2 % .
Con el cambio climático, los koalas de las zonas más alejadas de la costa tendrían que afrontar condiciones más calurosas y menos disponibilidad de agua , precisó la científica. «Los gobiernos y las comunidades deberían pensar de forma estratégica para evitar que se sigan destruyendo los hábitats de los koalas», precisó la experta. Recomendó reforzar o ampliar los bosques con abundante población de estos animales y «la creación de zonas de amortiguación cerca de los ríos con eucaliptos».
El koala, que es un animal muy delicado y especialmente sensible a cualquier cambio en el medio ambiente, permanece unas 20 horas al día dormitando o descansando , y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de varias especies de eucaliptos.
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