La dieta del tiburón cerdo
Investigadores del Oceanogràfic descubren cómo se alimenta este escualo, algo que resulta clave para su conservación
Se trata del único acuario del mundo con una pareja de tiburón cerdo
En las aguas orientales del Atlántico y el Mediterráneo, a una profundidad de entre 100 y 200 metros, habita el tiburón cerdo ( Oxynotus centrina ). De costumbres tranquilas y gustoso de la soledad, este singular escualo (de entre 50 y 70 centímetros) dista mucho de la imagen que podemos tener de otros congéneres. A pesar de que no suscita interés comercial alguno, la presión a la que se ve sometido por pesca de arrastre le sitúa como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Ahora, un equipo de investigadores del Oceanogràfic de Valencia -único acuario del mundo que tiene en sus aguas una pareja de tiburón cerdo- ha dado un importante paso hacia su conservación. Dirigidos por Mario Roche , han descubierto la peculiar forma de alimentarse de este elasmobranquio que se desplaza cerca de los fondos en busca de comida.
Con la llegada de un ejemplar macho, «Babe», y al que se le intentó ofrecer sin éxito dar alimento, el motivo de la urgencia que ha llevado al descubrimiento de su dieta. Tras la observación directa y la lectura de un estudio científico sobre el contenido estomacal de esta especie, en el que se apuntaba la presencia en el interior del tiburón de dos embriones de otra especie de escualo muy conocido en el Mediterráneo como es la pintarroja, y el hecho de que no se encontrara restos de la cápsula del huevo, llevó a los investigadores a deducir que el tiburón cerdo podría alimentarse succionando huevos .
Para comprobarlo, pusieron a su alcance dos huevos de pintarroja y pudieron comprobar con asombro cómo tras una compleja maniobra de sujeción con la mandíbula inferior y tras horadar un agujero en la cápsula con la mandíbula superior, el animal succionó el contenido. El tiburón come ahora con normalidad huevos de distintas especies de rayas y tiburones y se encuentra en perfecto estado.
Un hallazgo que no sólo supone conocer cómo se alimenta este animal para promover su conservación, sino que revela por primera vez el papel controlador de las poblaciones de otros tiburones y rayas que tiene esta especie al alimentarse de sus huevos.
Además, será posible estudiar con detenimiento no solo su biología y costumbres sino, también el comportamiento en pareja, su interacción social, sexual y reproductiva, ya que convive con una hembra, Peppa, lo que convierte al Oceanogràfic en el único acuario del mundo donde pueden contemplarse una pareja.
En todo el planeta sólo se tienen registradas cinco especies de tiburón cerdo, de las que se desconoce todavía mucho más que la que se encuentra en el Oceanogràfic que comparte todo lo aprendido sobre su cuidado y conservación con otros acuarios.