MODA SOSTENIBLE
Artileshell, la unión de tradición e innovación
Ternua recupera lana desechada para confeccionar un aislante cien por cien natural, biodegradable y sostenible
En euskera su nombre significa basta, áspera, una clara referencia al aspecto y calidad de su lana. Convertida en todo un símbolo de la historia y el paisaje de Navarra y País Vasco, la oveja latxa es una de las razas ovinas autóctonas más primitivas. Su presencia en los verdes y abruptos campos desde tiempos inmemoriales es gracias a su instinto de supervivencia y su adaptación a la humedad, donde su lana es clave al secarse con rapidez evitando que el animal se enfríe. Importante resulta su función ecológica al limpiar los montes de forraje y es en especial muy apreciada por su leche de propiedades nutricionales únicas. Sin embargo, su lana ha sido poco aprovechada más allá de la confección de alfombras y tapices.
«Con más de un millón de ovejas latxa en el País Vasco, que producen dos millones de kilos de lana al año, plantean un problema medioambiental al no tener su lana un uso comercial y al no poder tirarse. Y para convertir este desecho en un importante recurso local nace Artileshell de Ternua, que aúna una tradición milenaria en Euskadi con la última tecnología en materiales reciclados», explica Eduardo Uribesalgo, director de Innovación Técnica de Ternua Group.
El resultado: un aislante natural bautizado como Artileshell, de gran poder calorífico para prendas técnicas de invierno. Un relleno totalmente natural, sostenible y biodegrable capaz de controlar la humedad y absorber la transpiración interior, ya que es expulsada por la lana evitando la aparición de olores y bacterias y, además, es termorregulador, capaz de mantener la temperatura corporal.
La protección exterior la proporciona un tejido ligero, suave y confortable, hecho en polyester reciclado post-consumo y una membrana (Windshell) realizada con biomasa de azúcar de maíz, que reduce el uso de materiales como el petróleo. Un aislante cien por cien natural que Ternua ha incorporado a una prenda icono que lleva el nombre del proyecto y que estará disponible en tiendas en la colección Otoño-Invierno 2020-2021. «Llevábamos años intentando hacer algo aprovechando la lana de oveja latxa debido a que es un excelente aislante natural, pero era un problema que estuviera en contacto con la piel, debido a las características de la propia lana, y por tanto optamos por un aislante térmico para colocarlo en el interior de nuestras chaquetas al igual que hacemos con la pluma u otros aislantes sintéticos», explica Uribesalgo.
Implicación local
Para poder llevar a cabo su proyecto, Ternua ha contado con la implicación de los ganaderos. La oveja latxa se esquila dos veces al año, en julio y en diciembre, y para esta nueva iniciativa «se han traído esquiladores profesionales, ya que ellos son más capaces de conseguir sacar el llamado vellón, y lo consiguen en una sola pieza», explica Joseba Edesa, responsable de la asociación Muturbeltz . «A continuación es muy importante el proceso de selección. Se eliminan las partes más sucias y se prepara la lana para el proceso de lavado», dice. El problema surgió al enviar a la industria grandes cantidades de lana para poder hacer napa. Así que Aitor Zubillaga, copropietario y gerente de IIletegia Sara que había hecho la prueba con pequeñas cantidades y en pequeñas máquinas, decidió invertir en una solución propia. «Todos nos decían que no podíamos ir en contra de la naturaleza y que buscábamos algo que era imposible. Pero lo logramos», sentencia Aitor.