Las otras víctimas del terremoto de Nepal
Los animales acompañan y ayudan a subsistir cada día a los nepalíes, por eso, la mayoría se niega abandonar sus hogares destruidos y a sus cabras, vacas y gallinas
Nepal vivió el 25 de abril el seísmo más grave de su historia reciente desde el registrado en 1934, cuando hubo unos 8.500 muertos. De momento, la cifra oficial de fallecidos que ha facilitado el Gobierno asciende a 7.000. El terremoto, cuyo epicentro se localizó a 80 kilómetros de Katmandú, en Lamjung, distrito de Gorka, fue de 7,9 grados en la escala de Richter. Dada su intensidad, arrasó el densamente poblado valle de Katmandú y provocó una mortal avalancha en el Everest.
Muchas familias de Nepal dependen de sus animales domésticos, como las vacas y los burros, para subsistir. Además, otros muchos animales viven en las calles, como los perros, y necesitan un refugio; al igual que sus dueños, que han perdido sus casas debido al seísmo. La gran mayoría de animales, como gallinas y patos, por ejemplo, han quedado atrapados entre los escombros. Todos, sufren heridas que deben ser tratadas -las cabras, por ejemplo, padecen problemas respiratorios tras varios días expuestas a intensas lluvias- y se encuentran hambrientos.
«Llámalos como quieras -mi propiedad, mi familia, mis amigos-. Son todo lo que tengo y no voy a abandonarlos», explican desde Humane Society Internacional (HSI) que les comentan las personas que visitan para brindarles su apoyo a la hora de superar esta dramática situación que les ha tocado experimentar. HSI y el Fondo Internacional para el Bienestar Animal , entre otras ONGs, están pidiendo la colaboración ciudadana para recaudar fondos con los que seguir ayudando a los nepalíes y a su fauna más doméstica víctimas del terremoto.
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