77.344 TONELADAS DE CO2 CADA AÑO

Sustituir la acción de los carroñeros aumenta las emisiones de GEI en España

Las empresas autorizadas siguen retirando un gran volumen de los cadáveres de las explotaciones ganaderas, pese a que una nueva norma permite abandonarlos en muladares

Sustituir la acción de los carroñeros aumenta las emisiones de GEI en España ABC

NATURAL

Una nueva fuente de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ha surgido en España tras implantarse la obligación por parte de la legislación europea de retirar y destruir en plantas autorizadas todos los cadáveres de los animales muertos en explotaciones ganaderas, afirma un estudio elaborado por investigadores de la Universidad Pablo de Olavide UPO (Martina Carrete), la Universidad Miguel Hernández (Zebensui Morales Reyes, Juan Manuel Pérez García, Marcos Moleón, Francisco Botella, Carolina Lazcano y José Antonio Sánchez Zapata), la Universidad Complutense (Rubén Moreno Opo), la Universidad de Lérida (Antoni Margalida) y la Estación Biológica de Doñana (José Antonio Donázar).

En concreto, el estudio cifra las emisiones a la atmósfera en 77.344 toneladas de CO2 como resultado del transporte de cadáveres de ganado extensivo en España, lo que supone un 0,1% del total de emisiones por transporte en 2012. «Supondría el 25% de las emisiones derivadas del cultivo de arroz o el 8% de la industria química», subraya la UPO en una nota.

La legislación sanitaria europea (2002/1774/EC) se desarró como consecuencia del brote de encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas) en Europa.

La investigación, que ha sido publicada en la revista Scientific Reports , describe cómo la suplantación de un servicio ecosistémico proporcionado por los carroñeros desde hace milenios, «supone diversas implicaciones para la conservación de los carroñeros en España e importantes e innecesarios costes ambientales y económicos», explica en una nota la UPO.

Empresas autorizadas retiran un gran volumen de los cadáveres de las explotaciones ganaderas, pese a que una nueva normativa (2011/142/CE) permite a los ganaderos abandonar los cadáveres de ganado extensivo en muladares o comedores vallados y también fuera de los mismos (en espacios designados por las comunidades autónomas).

Descenso en la disponibilidad de alimento

Con la puesta en marcha de la normativa de 2002 se produjo un considerable descenso en la disponibilidad de alimento para las especies carroñeras, impactando de forma negativa sobre la población de buitres en España (hogar del 95% de los buitres europeos).

Los carroñeros mediante la eliminación de cadáveres benefician a los humanos, por ejemplo, a través del control de enfermedades o, como se describe en el artículo, indirectamente ayudan a reducir los niveles de CO2 emitidos a la atmósfera.

La suplantación del servicio ecológico proporcionado por los carroñeros mediante la eliminación artificial de los cadáveres origina unos pagos anuales de los ganaderos y las administraciones públicas a las compañías de seguros de alrededor de 40 millones de euros, estiman los investigadores.

«Dado que España es uno de los países de Europa que tiene que pagar más para cumplir con el protocolo de Kyoto, la sustitución de del servicio ecológico proporcionado por los carroñeros por uno artificial supone un incremento innecesario en la emisión de GEI que debe ser considerado, tanto desde el punto de vista ecológico como económico», concluyen.

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