Descargas eléctricas para las aves que se posen en la Catedral de Barcelona por culpa de una gaviota sorda
El nuevo método sustituye al audio «amenazante» que disuadió a las gaviotas solo durante un tiempo, pues una de ellas, con problemas de audición, siguió posándose. Y el resto la imitó
Las deposiciones de las palomas y las gaviotas suelen causar daños en los edificios históricos, en muchos casos irreparables. Para evitar que un problema así ocurra en la Catedral de Barcelona, se han instalado, en el exterior del edificio, en su contorno, unos cables que producen pequeñas descargas eléctricas a quienes los toquen (las aves que se posen sobre ellos). La descarga no perjudica la salud de las palomas y gaviotas, solo las espanta, aclara en su web el templo. No se trata de un procedimiento defenitivo, se tendrá que examinar su éxito, dado que el anterior sistema, un audio (supuestamente) disuasor para las gaviotas (ya que reproducía el graznido de ataque de esta especie) no surtió el efecto efecto deseado porque una de ellas era sorda y continuaba posándose sobre uno de los pináculos de la Catedral. Y, claro, las otras, poco a poco, fueron volviendo al templo, siguiendo su ejemplo. Otro método empleado, explican desde el Arzobispado , consistió en la colocación de unos alambres con pinchos que, una vez empezaron las aves a depositar ramas y basura sobre ellos (para construir sus nidos), dejaron de suponer pronto un problema.