Qué es el peligroso efecto pantalla y cómo se puede evitar mientras conduces

Si buscamos con la vista árboles junto a la carretera podremos detectar si hemos entrado en una zona de viento fuerte, ya sea en un puerto de montaña o en zonas llanas

A. Noguerol

Además de fenómenos meteorológicos como la lluvia, nieve o niebla, el viento puede presentarse en carretera de forma imprevisible, modificando la trayectoria de un vehículo y lanzarlo contra la mediana, contra otro coche o fuera de la carretera.

En días que el viento se manifiesta con fuerza, agarre el volante con las dos manos y con decisión en todo momento, prestando mucha atención a las salidas de los túneles, cuando se supera un edificio o cuando se adelanta a un camión, escenarios en los que la fuerza del viento puede multiplicarse debido al «efecto pantalla».

El conductor debe tener en cuenta para estar prevenido es la dirección del viento. Fíjese en las mangas de viento colocadas en puentes y zonas delicadas o, si no hay, observe la vegetación. Además de la máxima atención y de una buena posición de las manos en el volante, el conductor deberá reducir la velocidad en función de la fuerza del viento, y adecuarla a la situación, poniendo la seguridad por encima de todo.

Cuando el viento sopla con fuerza, o tan pronto como notemos los primeros bandazos en el vehículo debidos a las ráfagas, aminorar la velocidad es el mejor antídoto ante los problemas que produce el viento, ya que los cambios de dirección serán menos críticos, los balanceos más controlables y se evitará que el vehículo pierda agarre. Cuando se note una sacudida o un balanceo del vehículo inesperado si buscamos c on la vista árboles junto a la carretera podremos detectar antes si hemos entrado en una zona de viento fuerte, ya sea en un puerto de montaña o en zonas llanas.

Las rachas de viento se notan sobre todo en la dirección, con ligeros cambios de dirección que hay que corregir con el volante para mantener la trayectoria dentro del carril. Si hemos reducido la velocidad, estos cambios de dirección serán pequeños y con sólo coger con cierta firmeza el volante y estar atentos con la vista hacia dónde queremos llevar el vehículo, podremos hacer frente a las rachas de viento sin sustos.

Cuando las ráfagas de viento son muy fuertes y extremas, por ejemplo en pasos elevados de montaña, conduce con mucha precaución , reduce la velocidad y utiliza marchas cortas para elevar las revoluciones del motor y tener potencia de reserva para hacer frente a las ráfagas de viento. Contra el viento es necesaria la potencia del vehículo, no la velocidad.

Los vientos racheados son los más peligrosos a la hora de poder provocar un accidente de tráfico. A pesar de los esfuerzos realizados para mejorar la aerodinámica de los vehículos, estos siguen siendo muy sensibles al viento lateral. Los peligrosos efectos del viento se hacen sentir al cruzar bajo un puente, salir de un túnel, circular junto a edificios aislados, abandonar el cobijo de un bosque o efectuar adelantamientos a camiones voluminosos.

Muchos coches ya incorporan ayudas para luchar contra el viento. El más destacado es el Aviso de salida de carril y la Ayuda al mantenimiento de carril son dos sistemas del paquete ADAS (Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción) que se van a agradecer cuando el viento azota de forma lateral.

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