Al volante de un Safety Car
Asegurar que la pista esté en óptimas condiciones y acompañar a las motos en la vuelta de calentamiento, principales funciones de este coche
Trece carreras alrededor del mundo, siete fabricantes, 28 motos en pista y dos coches custodiando la carrera. Cristian Siso y Nicola Cursi se ponen al volante de los Safety Car en el Campeonato del Mundo Motul Fim Superbike. Hace 4 años que los dos pilotos, apasionados del motor y expertos en conducción segura, trabajan juntos: « Somos los ojos de dirección de carrera sobre la pista », comenta Nicola mientras se preparan para entrar en acción en el circuito francés de Magny Cours . «Nos pasamos diez meses al año viajando. Así que esto no es un trabajo, es una forma de vida», sentencia Cristian.
Dos Seat León Cupra son los primeros en pisar cada circuito. Se encargan de revisar que el pavimento esté en óptimas condiciones para que las motos puedan circular: «A veces se desprenden trozos de goma de los neumáticos. Si se queda en la pista podría ser peligroso», comentan los pilotos.
Antes de que las motos salgan a pista, los pilotos del Safety Car se encargan también de hacer una vuelta rápida y revisar que los comisarios estén en la posición correcta . Paso necesario para empezar la carrera. Y ya con las motos en la pista, uno de ellos acompaña a las motos en la vuelta de calentamiento y, el otro, lo hace en la vuelta rápida. Los vehículos «siempre vamos acompañados de un médico por si fuera necesario en caso de accidente», comenta Cursi.
Cuestión de segundos
El Seat León Cupra es un modelo de serie capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de cinco segundos . «Las motos son muy rápidas, es necesario que el coche que conducimos sea también potente y que tenga una buena aceleración», explica Siso. De hecho, este vehículo puede llegar a alcanzar los 250 kilómetros por hora en pista .
Revisando el estado de la pista, realizando cronometrajes o efectuando las vueltas de calentamiento. Los recorridos que realizan los dos Safety Cars para garantizar la seguridad de una carrera pueden llegar a los 600 kilómetros. «Y eso contando que no tengamos que salir, cosa que por suerte no ha pasado esta temporada», añade Cristian Siso.
Estos coches tienen que sobrevivir durante trece carreras y cuatro continentes, entre esto, a la humedad del 90% en Tailandia, 45 grados de temperatura en Qatar o lluvia y pavimento mojado en el trazado de Francia. Por lo tanto, los coches « se tienen que adaptar a todas las condiciones climatológicas . Es algo imprescindible para asegurar nuestra seguridad y la de las motos», concluye Cursi.
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