Los vicios al volante que pueden resultar más peligrosos

Un exceso de confianza puede ser tan peligroso como un conductor inexperto

ABC

Es habitual pensar que los conductores novatos son los más peligrosos en la carretera, porque a su inexperiencia al volante a la hora de reaccioanr ante un inmrevisto hay que sumar que normalmente circulan más despacio de lo recomendable y pueden cometer infracciones o tener erroresde principiante como los que todos los conductores han cometido mientras estaban en la autoescuela .

Pero otro de los grandes peligros en la carretera es la presencia de conductores expertos y excesivamente confiados , que también en numerosas ocasiones tienen «vicios» a la hora de ponerse a los mandos del volante.

Según Arval , uno de los problemas con estos conductores experimentados se produce porque no son conscientes de que no están solos en la carretera, lo que les lleva a realizar una conducción muy egoísta. ¿Cuántas veces nos hemos creído que el carril izquierdo es solo para nosotros , hemos hecho rectas las glorietas o cambiado de carril sin poner el intermitente provocando el enfado del conductor que nos seguía? Seguro que más de una… Hay que mantenerse en el carril más a la derecha posible; en las rotondas hay que girar correctamente y, por supuesto, marcar cada uno de nuestros movimientos. No pasa nada si nos pasamos de salida. Mejor volver a hacer una vuelta completa que provocar un accidente.

Otro de los «vicios» más comunes consiste en no sujetar el volante de manera correcta, con una sola mano o con una posición de las mismas que nos dificultaría realizar una maniobra de urgencia.

Una buena postura en el coche significa conducir más relajado y también reducir el riesgo de accidente, por lo que antes de poner el vehículo en marcha hay que asegurarse de que llevamos una posicón correcta. Una vez en marcha , si es necesario rectificar , hay que hacerlo siempre con el vehículo detenido para evitar distracciones, según las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico .

Lo primero que hay que verificar nada más entrar en el coche es la distancia al volante. Es necesario encontrar la separación óptima respecto al volante y a los pedales. La banqueta debe quedar a una distancia que permita maniobrar con comodidad. Un truco es el de pisar el embrague a fondo, de modo que la pierna izquierda debe quedar ligeramente flexionada, y no estirada.

Prácticamente todos los coches modernos permiten regular el volante en altura y profundidad . Para hacerlo correctamente deberemos poder sujetarlo cómodamente, con los codos un poco flexionados, formando un ángulo de más de 90º. Además, cuando maniobremos, las rodillas nunca deben topar con él, y no debe haber ningún obstáculo que nos impida la visión del cuadro de instrumentos ni de la carretera. Situando las manos sobre el volante para tener capacidad de maniobra, e imaginando que el volante es la esfera de un reloj, lo agarraremos en la posición de las «diez y diez». Durante la conducción hay que mantener los brazos un poco flexionados, nunca tensos. Durante la marcha, evita cruzarlos al girar el volante. Los retrovisores deben estar colocados de forma que ofrezcan una visión correcta de la vía sin tener que mover la cabeza. El retrovisor interior debe estar centrado en la luneta trasera. Los laterales, abiertos para cubrir un mayor ángulo, hasta dejar de ver el lateral del vehículo.

Tal y comoa cabamos de recordar, las manos deben estar en la posición de las «diez y diez» imaginándote que el volante es la esfera de un reloj. Cuando maniobres, es importante que no nunca sujetes el volante por abajo ni cruces los brazos . Y recuerda que las manos siempre deben de ir sobre el volante, excepto para realizar una maniobra, según las recomendaciones del RACE .

El móvil es otro de los «artilugios» que nos puede hacer cometer gran cantidad de irregularidades. Siempre hay que utulizar el manos libres: lo de llevarnos el móvil a la oreja , aunque sea un segundo está prohibido, así que si necesita cogerlo, siempre con ‘manos libres ’. Y, por supuesto, nada de sucumbir a la tentación de mirar las alertas que generan las aplicaciones de mensajería instantánea, los correos o las redes sociales mientras estemos dentro del coche.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la carretera no es un rally: la falta de paciencia y el mal uso de los carriles por parte de otros hace que muchos se tomen la libertad de realizar adelantamientos de forma más que peligrosa, por la derecha, pisando líneas continuas, a la entrada de una curva o en el interior de glorietas. Toda precaución al volante es poca, por lo que hay que mantener la calma y tener paciencia en caso de toparnos con un mal conductor. Es posible que lleguemos a nuestro destino algo más tarde, pero llegaremos sin comprometer nuestra seguridad ni la de los que nos rodean.

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