Un viaje por la historia de Mercedes-Benz en el corazón de Vizcaya

Aguinaga inaugura un museo con los coches más icónicos del fabricante alemán

Adrián Mateos

Sería imposible explicar el avance de Mercedes en Vizcaya sin hacer alusión a la empresa de la familia Aguinaga. El futuro de ambas sociedades quedó ligado en 1945, año en el que se construyó el primer concesionario del fabricante alemán en Baracaldo. A escasos metros de este mítico establecimiento se abrió el pasado febrero un nuevo museo de la compañía automovilística con el que, además, se conmemora el 70 aniversario de la firma de José Aguinaga. La muestra, conformada por una treintena de vehículos, refleja la evolución del gigante germano a lo largo del siglo XX: "Es una experiencia única que transporta al visitante al pasado", afirman sus responsables.

En palabras del director del centro, Javier Uriarte, la exposición constituye un "homenaje" a las "pioneras e innovadoras" empresas de Gottlieb Daimler y Carlz Benz , de cuya fusión se cumplen ya 92 años. La exposición acoge coches emblemáticos como, la limusina Pullman de 1926 o el modelo Pagoda del 68, así como una maqueta de madera a tamaño real del W196 R (stramliner). La "joya de la corona", eso sí, es el Coupé 250, coche que perteneció al propio José Arriaga Goiri.

En total, la exposición permanente consta de una treintena de vehículos que abarca "un espacio temporal que cabalga entre 1926 y la década de los años 80". En un futuro se abrirán al público muestras temporales con cesiones de colecciones privadas y otros museos, como el que la propia Mercedes regenta en Stuttgart (Alemania).

"La colección es una parte muy importante del museo, pero no la única. Entendemos el espacio como centro de exposiciones, eventos y ocio alrededor de la marca", señalan desde la pinacoteca vizcaína. Al respecto, explican que la muestra podrá disfrutarse también como un "ente didáctico" que abarcará, a través de otros medios y puntos de información , la historia de la prefusión y la posfusión de la firma alemana.

Una "experiencia única", insisten desde el museo Aguinaga, que sumerge a los visitantes en la historia de Mercedes-Benz y la evolución de sus vehículos. Todo ello en un espacio de 2.000 metros cuadrados cuya adecuación ha precisado de una inversión cercana a los dos millones de euros. La exposición, cuya entrada para verla es de un euro, está abierta al público todos los sábados desde el pasado 17 de febrero de diez de la mañana a una de la tarde. Por el momento, y a pesar de que las expectativas son positivas, el centro todavía no ha ofrecido información sobre el número de visitas recibidas a lo largo de estos siete meses.

Apogeo cultural

Por otro lado, se pone de relieve el hecho de que el museo se halle a "menos de 15 minutos del centro de Bilbao", una ciudad "ligada a la revolución industrial del siglo XIX" que a lo largo de las últimas décadas ha sido objeto de una "enorme transformación" económica. En concreto, argumenta que la llegada del Guggenheim dio lugar a una explosión cultural cada vez más marcada que ha permitido desarrollar la actividad turística de la Villa.

De hecho, el de la compañía de la familia Aguinaga no es el primer museo automovilístico que abre en el territorio. Muy cerca de la capital vizcaína, la reconstruida torre medieval de Loizaga acoge una extensa colección de Miguel de la Vía con modelos Rolls-Royce fabricados entre 1910 y 1998: "Es el claro ejemplo de la cultura de coches clásicos de Bilbao", apuntan desde Aguinaga.

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