Trucos y falsos mitos que no te ayudarán a burlar un control de alcoholemia

El consumo de alcohol al volante está detrás del 26% de accidentes con víctimas mortales en la carretera

Madrid

Con el alcohol y la conducción no valen trucos, solo el trato de reducir la siniestralidad en las carreteras con un 0,0. Es decir, sin consumir una gota de alcohol antes de ponerse al volante. Según datos de la Dirección General de Tráfico , el consumo de alcohol y drogas está detrás del 26% de los accidentes con víctimas mortales. De hecho, acaba de lanzar una campaña en la que el mensaje es que el conductor debe pensárselo dos veces antes de pisar el acelerador, tomarse una copa o mirar el móvil.

En este contexto según Rafa Soto , CEO de Ecodriver «es importante recordar -tal y como hacemos en los cursos de conducción segura de Ecodriver- que la única forma de dar 0,0 en un control es no consumiendo alcohol y hacer frente a los trucos y mitos que hay sobre cómo librarse de la multa».

Las leyendas urbanas más extendidas sobre cómo engañar al alcoholímetro van desde : masticar un grano de café, beber un trago de agua, tomarse un chicle o caramelo, hacer ejercicio, beber leche o aceite, tomarse un antiácido o esperar 2 horas antes de coger el coche.

Otros trucos más estrafalarios sugieren chupar una batería de litio, comer un poco de césped, utilizar un inhalador de asma o -el colmo- consumir droga. Y si después de todo, nada funciona, intentar convencer al agente de que no se ha bebido.

Falsos positivos

Por otra parte, ¿es posible no dar 0,0 si no se ha consumido alcohol antes de conducir? La respuesta es: sí. Depende en parte de la fermentación de algunos alimentos durante la digestión o incluso tras haber usado enjuagues bucales o tomado algunos jarabes. Pero este falso positivo se resuelve con la segunda prueba que se realiza en el test de alcoholemia.

Estos aspectos sobre el consumo de alcohol y drogas y sus efectos en la conducción son parte de los cursos de conducción segura de Ecodriver, el plan integral de Seguridad Vial Laboral. Rafa Soto subraya que «el conductor del siglo XXI tiene que responsabilizarse de lo que hace antes y durante la conducción. Por eso, utilizamos gafas que simulan los efectos que tienen el alcohol y las drogas en la conducción para concienciar sobre el peligro que conlleva, más allá de la sanción correspondiente, e intentar reducir en lo posible la siniestralidad vial ».

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