«Somos muy exigentes con nosotras mismas: tenemos que demostrar el doble»

Oti Cabañas es la cara que visibiliza las camioneras, un segmento que solo cuenta con un 4,6% de los carnés CE de España

Coco, la chica del camión con más seguidores

Juan Roig Valor

Juan Roig Valor

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Coco es una de las camioneras más conocidas de España. Y sabe que lo es precisamente porque una mujer conduciendo un tráiler es una anomalía —concretamente, un 95,4% de los capacitados para hacerlo son hombres—. Gracias a ello, acumula ya más de 21.000 seguidores en Instagram.

En una de las pausas de su recorrido, saca 20 minutos para hablarnos de lo que supone ser una mujer en un mundo tradicionalmente dominado por hombres.

¿Cómo empezó tu trayectoria?

Tengo 38 años y decidí dedicarme a ello con 22, que fue cuando me saqué el carné. Me metí en este mundo por mi marido, que es camionero. Le conocí e hicimos un viaje juntos, que fue un flechazo. Cuando me saqué el carné no me paré a pensar si había mujeres o no en el sector, solo sabía que quería llevar un camión. Al principio, era más raro, se veían pocas mujeres y había empresas que te podían hacer el vacío y directamente no contrataban mujeres. Esto era lo que ocurría hace 15 años y a día de hoy no tengo ningún problema por ser mujer en un camión, ni en los sitios en donde descargar ni con los compañeros… soy una más. En las empresas en las que he trabajado no les importa, pero casi que prefieren mujeres. De hecho, existe una en Murcia cuyo reclamo es precisamente ese.

¿Te lo habías planteado antes?

No, nunca. Todavía recuerdo el primer viaje que hice sola y la sensación de tensión y de apretar el volante. Pensaba «¿Cómo ha podido tener la confianza de darme un camión a mí?». Ahora ya lo veo tan natural que no me lo planteo, pero hay momentos, en los que te ves en sitios pequeños o con maniobras complicadas sí que te lo planteas. Al principio fue cuesta arriba para mí porque era un mundo nuevo: en mi familia nadie es camionero. Pero es como cualquier trabajo: con el tiempo aprendes a gestionar las rutas, a hacer maniobras, a atar la carga… Los primeros años fueron más duros por el aprendizaje, ya que no existe una formación que te enseñe a bajar un puerto, por ejemplo. Estos, sin embargo, son factores que son iguales para ambos sexos.

¿Es cierto que ser transportista te hace siempre sentirte arropada y «parte de una familia»?

Ahora, con el paro de transportes nos sentimos todos muy unidos. Ocurrió lo mismo con la pandemia, ya que nos declararon servicios esenciales, y tengo grabado cómo nos sentábamos lejos a comer la comida delante de nuestros camiones y guardando las distancias. Fue un momento extraño, estar todos lejos de casa sin saber muy bien a qué nos enfrentábamos. Es cierto que no hay tanta unión como la había antaño, no sé si es porque hay más gente de afuera trabajando o por la misma presencia del móvil.

Cómo no, tenemos nuestros grupos y entendemos muy bien la realidad del trabajo. No se puede hacer vida normal y quedar con tu grupo de amigos a tomar unas cañas.

A lo largo de tu trayectoria ¿Has tenido algún momento en el que te sintieras discriminada?

Sí, ha habido momentos puntuales. Por ejemplo, descargando en un Alcampo en Zaragoza, yo llevaba pantalones cortos, igual que mi compañero. Y me llamaron la atención y me dijeron que no podía entrar así. Fue muy frustrante, porque a él no le dijeron nada y yo salté: «¿Qué pasa, te gustan más las piernas de mi compañero?». Acabé pidiendo la hoja de reclamaciones y el hombre entró rápido en razón y me pidió disculpas. No sé si fue un momento de hacerse notar, pero me sentí discriminada. Por lo general no suele ocurrir y me siento como una más.

¿En las redes sociales ocurre algo similar?

En las redes hay un poco de todo, porque ya sabes cuánto odio pueden contener. Allí, desde el anonimato también hay comentarios como «ella descarga antes porque es mujer». Parece que crean que el trabajo es más fácil por ello. Y no. Tenemos que demostrar el doble: cuando llega una chica a hacer una maniobra al muelle, todos los hombres se quedan a mirarla y hay más presión para hacerlo bien. Aquí también influye que no somos muchas y somos una anomalía, pero habría comentarios si lo hicieran mal. Nosotras somos muy exigentes con nosotras mismas también, yo sé que me voy a esforzar más por hacerlo bien si sé que hay gente mirándome.

El 17% de los españoles piensan que las mujeres no están preparadas para la conducción profesional. ¿Qué opinas?

¿En serio? Me parece una burrada, porque somos igual de capaces una vez aprendemos la profesión. Me escriben chicas preguntándome si serían capaces de hacerlo, y ¡por supuesto! Lo más complicado es aprender a maniobrar, pero eso es práctica. Si yo tuviera que, por ejemplo, hacer una tarta de hojaldre, sería imposible para mí, porque no sabría por dónde empezar.

Un 7% de personas creen que «los camiones son poco apropiados para mujeres»...

Otra tontería como la copa de un pino. Nunca he entendido las personas que hacen la distinción de «este coche es de hombre y este de mujer». ¿Por qué un coche pequeño y feo tiene que ser de mujer y el Ferrari, de hombre? Me indigna, yo quiero el Ferrari. No estoy de acuerdo con esa encuesta.

¿Has trabajado solo dentro de España?

Siempre he trabajado para empresas españolas, pero sí que he salido al extranjero. En Francia ves más mujeres, igual que en Alemania. Pero siguen ocurriendo casos como que le entregaban los papeles a mi compañero a pesar de que fuera yo conduciendo. Me chocó en Francia, dado que allí deberían estar más acostumbrados a las camioneras.

El 77% de las muertes en carretera son hombres. ¿Consideras que los hombres son más propensos a las conductas de riesgo?

Creo que las mujeres somos más prudentes en general. Yo, según el día también puedo ser agresiva conduciendo. La prudencia no significa que seamos torpes ni menos válidas. En la carretera se dan muchas situaciones de riña y yo creo que tiendo a ceder antes porque soy consciente de que llevo un vehículo más peligroso, mientras que a un hombre se le puede nublar el juicio.

¿Cómo se anima a más mujeres a que entren en este mundo?

Creo que las redes sociales ayudan mucho. Llevan mucho tiempo existiendo las camioneras, pero, al ser muchas menos, no se veían casi. Las redes permiten visibilizarlas mucho más y creo que esto hace que lo vean como algo posible y legítimo. Si no se demuestra, yo creo que no se deja de ver como una profesión masculina.

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