Revisa tu coche tras el confinamiento porque podría ser el nuevo hogar de una rata

«Es la quinta vez que me llaman con este problema en la misma semana», aseguran desde un taller. Los expertos constatan que el interior del vano motor, oscuro y repleto de recovecos, ofrece un hogar muy parecido a las madrigueras de estos animales

Desinfección de un vehículo en Bilbao, esta semana Efe

S. M.

Quizá una de las primeras cosas que deberían plantearse los habitantes de las afortunadas provincias que han iniciado ya el desescalamiento es echar un buen vistazo a su coche. Y esta vez no (solo) para comprobar la presión de los neumáticos , sino para verificar si en este período sin uso algún animal ha podido aprovechar para establecer en él su nuevo hogar.

Quizá les parezca absurdo, o exagerado. También se lo parecía a Kelsey Snell , corresponsal de la radio pública norteamericana en el Congreso de Estados Unidos. Sin embargo, cuando cogió su coche tras estar unas semanas sin conducir, le saltó la luz de fallo motor, abrió el capó y se encontró un nido de ratas dentro, en la respuesta de su taller no había ni rastro de sorpresa: «Es usted la quinta que nos llama esta semana con el mismo problema».

Snell tuvo suerte: solo les había dado tiempo a mordisquear un par de cables, y la factura en el taller ascendió a «solo» cuatrocientos dólares, poco más de trescientos euros . No es inhabitual, sin embargo, que pueda rondar los varios miles, si alguno de los animales quedara atrapado por los numerosos objetos móviles del motor o la distribución.

Según explica el investigador Michael H. Parsons , de la Universidad Fordham, a The New York Times , el vano motor es similar para las ratas a sus hogares ancestrales. Oscuro, caliente -cualidades que también suelen atraer a los gatos- y repleto de recovecos, los cables de los vehículos modernos han resultado además ser un alimento excelente para los roedores. «Las ratas obtienen un alto grado de confort simplemente masticando», asegura Michael Deutsch , entomólogo, en declaraciones al mismo medio.

Los expertos señalan, además, que la falta de alimento por causa del confinamiento ha hecho que las ratas incrementen su agresividad y su movilidad, en busca de lugares más idóneos. Estos animales pueden transmitir enfermedades como la leptospirosis, toxoplasma, hanta o salmonella, o incluso Covid-19 , aunque solo por contacto mediante las patas o el pelaje.

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