Reconoce los problemas de tu coche: motivos por los que tu volante vibra
Determinar los posibles fallos de tu coche, será fundamental para alargar su vida y tu seguridad
Son muchos los conductores que notan que su volante vibra cuando alcanzan cierta velocidad (por encima de los 80 km/h en la mayoría de situaciones), y piensan que se debe a problemas en la dirección , aunque las causas más comunes pueden ser varias que, en algunos casos solo provocan cierta incomodidad, y, en otras, pueden suponer un riesgo para la seguridad durante la conducción . Los profesionales del blog de Loctite nos ofrecen la respuesta:
- Mal estado o equilibrado de los neumáticos : Esta es la causa más común por la que vibra el coche a cierta velocidad y también una de las más peligrosas. Circular con los neumáticos con un desgaste desigual o bien endurecidos por el paso del tiempo ocasiona vibraciones en el volante al superar los 80 km/h (aunque si los defectos o desgastes son considerables, puede sentirse esta vibración incluso a bajas velocidades, a partir de los 10 km/h). Y también un mal equilibrado de los neumáticos (por ejemplo, debido a la pérdida de contrapesos o por la deformación de la llanta a causa de un golpe).
- Dirección desequilibrada : Si la dirección no está correctamente alineada, el vehículo genera un temblor al rebasar los 80 km/h y esta vibración se transmite al volante. En este caso, el conductor percibe una sensación de flotabilidad que le obliga a corregir el volante hacia un lado u otro.
- Suspensión en mal estado : Otra respuesta a «por qué vibra el coche a cierta velocidad» es que los amortiguadores estén en mal estado. Junto con los problemas en los neumáticos y en la dirección, el mal estado de la suspensión es motivo de alerta, puesto que puede entrañar riesgo de accidente por oscilaciones (que podrían hacer que el vehículo se saliese de la carretera) o por falta de eficacia en el frenado.
- Holgura en los «silentblocks» : Su función es absorber ruidos y vibraciones entre las partes rígidas del vehículo y, de esta forma, evitar desgastes. Cuando estos adquieren holgura, no cumplen con su función y, por ello, dejan de evitar las vibraciones que se transmiten al volante. Su desgaste no implica un problema serio de seguridad, pero pueden desencadenar problemas en otras partes del vehículo que sí ocasionarían una pérdida de seguridad durante la conducción.
- Fallo de algunos elementos del motor : El motor también puede ser un foco del que derive la vibración del volante, en este caso a altas velocidades. Es posible que no sea una vibración recurrente, si no que surja de un momento para otro al conducir a una velocidad continua. Esta situación puede deberse a la falta de aire o combustible en los cilindros durante la propulsión o bien a un fallo de las bujías.
- Discos de freno dañados : Si los discos de freno no están planos (sino alabeados), el conductor puede notar que le vibra el coche a cierta velocidad. Esta sensación se percibe al presionar el pedal de freno cuando se circula a una determinada velocidad (dependiendo del nivel de alabeo de los discos, puede percibirse a una velocidad u otra).
- Desgaste de las juntas homocinéticas : Este desgaste suele derivar del roce y gripado de las mismas por falta de lubricación (debido al deterioro de los guardapolvos). Provoca ruidos metálicos y vibraciones al circular, aunque, en este caso, se percibe esta sensación al iniciar la marcha, al circular a baja velocidad o en giros muy pronunciados.
- Rodamientos en mal estado : Los rodamientos en mal estado contribuyen a transmitir vibraciones al volante durante la marcha. Si bien puede considerarse como una avería fácil de solucionar, su detección suele ser difícil, puesto que no se manifiesta de forma sistemática y con el mismo nivel de ruido.
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